Más vehículos eléctricos, menos emisiones de C02
07/01/2024

El vehículo eléctrico se presenta como una alternativa a los motores de combustión. En los últimos años hemos estamos viendo cómo poco a poco el mercado va introduciendo este tipo de vehículos en muy diferentes formatos, ofreciéndonos alternativas de movilidad que tienen como objetivo final reducir las emisiones de gases a la atmósfera y frenar el cambio climático 

La concienciación es el punto de partida 

El vehículo eléctrico habla de futuro. En primer lugar, señala la necesidad de reflexionar acerca del impacto de nuestras acciones, ya que parte de la base de que una actividad cotidiana y aparentemente inocua, como desplazarse en coche, tiene un impacto en el medioambiente. En segundo lugar, y partiendo de la premisa anterior, trata de ofrecer una alternativa a las emisiones derivadas del transporte por carretera, que solo en España constituyen el 27 % de las emisiones totales. 

La Ley Climática Europea establece como meta para España contar con 5 millones de vehículos eléctricos e híbridos no enchufables en el año 2030 para reducir al menos el 55% las emisiones de gas de efecto invernadero. En el año 2022 se cifraron 78.316 vehículos de estas características según ANFAC, lo que pone de manifiesto el gran reto que tenemos por delante. 

Tipos de vehículos eléctricos 

El hecho de que las tecnologías en movilidad sostenible estén evolucionando tan rápidamente ha dado lugar a que a día de hoy podamos encontrar en el mercado una amplia gama de vehículos eléctricos que logran cubrir diferentes necesidades:  

¿Qué otros beneficios nos reporta el vehículo eléctrico? 

La tecnología que hace posibles los vehículos eléctricos trata de aportar mejoras a diferentes niveles, de modo que, al margen de la reducción de emisiones, nos encontramos con la reducción del ruido, algo esencial en las ciudades, donde la contaminación acústica constituye un problema de salud ambiental.  

Por otro lado, encontramos que contar con un vehículo eléctrico tiene un impacto positivo en la economía de sus propietarios. En primer lugar, encontramos que el consumo de energía que plantean es una tercera parte de los de combustión. Además, existen ventajas fiscales que tratan de incentivar la compra de este tipo de vehículos que aplican a su matriculación, el impuesto de circulación y la declaración de la renta de sus propietarios. 

Por último, debemos atender a la comodidad que aporta un vehículo eléctrico: hablamos de conducir sin ruidos, olores o vibraciones, propias del motor de combustión, pero también de un mantenimiento muy sencillo (al prescindir de cambios de aceite, filtros o refrigerante) y de una tasa de averías mecánicas casi nula. Cuando además hablamos de circulación en ciudad, el vehículo eléctrico nos ofrece acceso a zonas reducidas y ventajas de aparcamiento (que en muchos casos es gratuito).