Las ecobolsas, una gran alternativa
07/01/2024

Todo lo que usamos tiene un impacto medioambiental, y elementos tan cotidianos como las bolsas de plástico merecen una reflexión especial. Desde el año 2018, en que entró en vigor el Real Decreto sobre reducción del consumo de bolsas de plástico, hemos ido tomando conciencia de la necesidad de moderar el consumo de estos productos. Si a esto le sumamos la Ley de Residuos y Suelos Contaminados de 2022, podemos afirmar que nos encontramos con un nuevo marco en el que las ecobolsas se convierten en la gran alternativa.

¿Qué ocurre con las bolsas de plástico?

El plástico es un material que tarda entre 150 y 300 años en degradarse, y cuyos residuos dañan el medioambiente y tienen un impacto perjudicial en la salud de todos los seres vivos a modo de microplásticos. Poner todas esas amenazas sobre la mesa para un elemento que usamos una o dos veces antes de desechar parece un riesgo innecesario.

Tras su uso, muchas de estas bolsas de plástico no reciben el tratamiento adecuado, y terminan convirtiéndose en residuos que contaminan ecosistemas alrededor de todo el mundo, causando graves daños en la tierra, el agua y a multitud de especies.

Qué son las ecobolsas

Las ecobolsas son alternativas reutilizables a las bolsas de plástico de un solo uso, diseñadas para mitigar el impacto ambiental asociado con la producción y eliminación de estas últimas. Fabricadas con materiales duraderos como polipropileno, ofrecen una opción más sostenible al consumidor.

En el contexto de la economía circular, las ecobolsas fomentan la reducción de residuos plásticos al alargar su vida útil y disminuir la dependencia de las bolsas desechables. Esta práctica contribuye a la disminución de la contaminación plástica y se alinea con los principios de sostenibilidad.

Ejemplos comunes de ecobolsas incluyen bolsas de tela reutilizables, bolsas plegables de polipropileno y bolsas de malla duradera. Estas opciones promueven la adopción de prácticas más responsables y pueden ser implementadas como parte de estrategias comerciales en el marco de la economía circular.

La alternativa de las ecobolsas

Con el objetivo de moderar el impacto medioambiental de nuestras actividades cotidianas, surgen las ecobolsas o bolsas ecológicas, que tratan de ofrecer alternativas que minimicen su efecto negativo en el medio ambiente recurriendo a materiales alternativos al plástico:

Para ser consideradas ecobolsas deberán recurrir, independientemente de la materia prima con que se hayan fabricado, a pigmentos y pinturas no tóxicas para introducir logotipos, motivos decorativos, información para el consumidor…

¿Qué tipo de bolsa es más adecuado?

En 2020 la ONU publicó un meta análisis en el que se aglutinaban los resultados de diversos estudios acerca del ciclo de vida de las bolsas de plástico de un solo uso y reutilizables.

Las conclusiones de dicho estudio plantean que no existe un tipo de bolsa más adecuado, sino que debemos poner el foco en el número de veces que las utilicemos, porque esto determinará su verdadero impacto medioambiental, es decir, su uso ha de compensar el impacto que su fabricación tiene sobre el medioambiente.

A pesar de todo, no sólo debemos valorar el uso, sino que se han de tener en cuenta otros factores como el volumen de residuos que generamos (por ejemplo, en los supermercados el uso de bolsas de bioplástico es una alternativa respetuosa con el medioambiente, pero nos lleva a generar una elevadísima cantidad de residuos que, aunque son compostables y de bajo impacto medioambiental, no dejan de ser residuos), o del riesgo de que acabe en la naturaleza (por ejemplo, una bolsa ligera tiene más probabilidades de ser arrastrada por el viento que una de gramaje superior).

Según todo lo anterior, nos encontramos con que, por ejemplo, una bolsa de algodón debe ser reutilizada de 50 a 150 veces para neutralizar su impacto ambiental, y una de plástico reciclado 8 veces (mientras que una bolsa de plástico virgen requerirá entre 4 a 20 usos dependiendo de su peso y tamaño).

Sin lugar a dudas, la evolución en el desarrollo de materiales marca un punto de inflexión en el consumo de plástico, pero resulta imprescindible modificar también nuestros hábitos: entender que reducir el consumo es la clave para la sostenibilidad y que la bolsa con menor impacto medioambiental es la que no consumimos.