Finlandia acaba de asumir la presidencia del Consejo de la Unión Europea, el principal órgano de decisión de la UE junto con el Parlamento Europeo. El mandato, que se turnan los Estados miembro cada seis meses, establece las metas a largo plazo para abordar los asuntos que más conciernen a la UE, además de otras competencias como presidir las reuniones del Consejo y representar al mismo en la Comisión Europea y otras instituciones.
Hasta finales de diciembre, el Consejo de la UE —organismo formado por los ministros de los Estados miembro— estará presidido por el país nórdico, que tomó el relevo a principios de julio y ya ha adelantado cuáles serán los ejes prioritarios durante su liderazgo: la sostenibilidad y la lucha contra el cambio climático.
Finlandia junto con Suecia y Dinamarca, son los países más involucrados.
Esta intención de Finlandia de reverdecer la política a nivel europeo no sorprende, ya que se trata del país que, junto con Suecia y Dinamarca, está avanzando más rápidamente hacia un modelo económico ecológico. En 2018, estos tres países escandinavos se situaron a la cabeza del ranking global de cumplimiento de los ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 de Naciones Unidas). Finlandia quedó tercero con una puntuación de 83 sobre 100, y uno de los ODS en que obtuvo mejor nota fue el ODS7, de asegurar un acceso universal a la energía limpia.
La conciencia ecológica en este país cuya extensión llega al círculo polar ártico —y que acogió este año una reunión del Consejo Ártico sobre cambio climático— va aumentando a medida que ascienden las temperaturas. El año pasado, Finlandia pasó un verano especialmente caluroso y en 2019 se vuelve a batir un récord de temperatura. “No hay datos en la historia climática finlandesa que muestren un verano más caluroso que el actual”, aseveró en un tweet Mika Rantanen, meteorólogo finlandés de la Universidad de Helsinki.
Los compromisos de Finlandia con el medio ambiente
Por eso, a nivel estatal Finlandia ya se ha planteado el objetivo de rebajar sus emisiones de CO2 a cero netas en 2035 y piensa trasladar este compromiso con la sostenibilidad al conjunto de la UE, empezando por la reducción de la huella ecológica de las reuniones del consejo, para dar ejemplo.
En el Centro de Conferencias de Helsinki no se repartirán botellas de plástico, sino que el agua saldrá únicamente del grifo. Además, al lugar se puede llegar de forma sostenible como en tranvía, a pie o en bicicleta desde los hoteles, la estación de ferrocarril y la estación de autobuses de la capital finlandesa, mientras que se desincentivará el desplazamiento en coche.
Por ahora, 24 Estados miembro han aceptado este compromiso. Sólo Polonia, Hungría, República Checa y Eslovaquia no están conformes con la transición energética a no ser que se garantice una compensación económica para los más afectados.
La nueva agenda del Consejo sugiere posicionar a la UE como líder en acción climática a nivel global, y además contempla otros objetivos internos como “reforzar los valores comunes de la UE y el estado de derecho, y lograr una UE más competitiva y socialmente inclusiva”.
En un encuentro en España, celebrado para dar a conocer las prioridades de la presidencia finlandesa en el Consejo de la UE, la embajadora de Finlandia en España, Tiina Jortikka-Laitinen, incidió en que “el cambio climático es una realidad que ya estamos viviendo”. “En los últimos años, fenómenos meteorológicos extremos, como lluvias torrenciales y olas de calor sin precedentes han atravesado Europa y afectan la vida de todos. Los incendios forestales azotan. La obligación de nuestra generación es poner remedio desde ya. Por ello el cambio climático es una prioridad de la Presidencia finlandesa. Queremos velar por los recursos naturales y el desarrollo sostenible”, arguyó.
Por su parte, el director de la Representación en España de la Comisión Europea Francisco Fonseca, mencionó la creciente conciencia ambiental —y sobre todo climática— de los jóvenes en Europa: “La presidencia finlandesa que comienza debe jugar un papel central situando a la UE como líder en materia de sostenibilidad y estando en línea con las preocupaciones de los ciudadanos europeos y especialmente de los jóvenes, para los cuales el cuidado del medio ambiente y la lucha contra el cambio climático son valores prioritarios”.