A estas alturas, a nadie se le escapa que existe una relación entre la economía y la ecología. Son conceptos estrechamente ligados, para empezar, desde un punto de vista etimológico. Mientras que la economía significa la “gestión de la casa”, ecología significa el “conocimiento de la casa”. Por lo que cabe deducir que, para gestionar la casa eficazmente, primero se ha de conocer.
Efectos de la contaminación en la economía
Más allá de los términos, toda actividad económica tiene un impacto ambiental, entendido como el resultado —positivo o negativo— que ésta genera en el medio ambiente. Al mismo tiempo, cualquier alteración del entorno natural tendrá un efecto sobre la economía, pues esta se basa en el consumo y explotación de recursos que provee el planeta. Si la actividad no se produce de manera sostenible el agotamiento de los recursos afectará directamente al desarrollo económico de la sociedad, como estamos comprobando con el actual sistema de producción y de consumo, que ha llevado a la extinción masiva de especies debido a la afección en sus hábitats naturales y la contaminación de sus fuentes de alimentación. Otro ejemplo es el aumento de las temperaturas globales producidas por los gases de efecto invernadero que desencadenan fenómenos climatológicos cada vez más extremos que, a su vez, implican un mayor gasto por parte de las empresas y los gobiernos para adaptarse a estas nuevas situaciones y mitigar las consecuencias medioambientales.
Consecuencias del cambio climático en la economía
Algunas de las consecuencias del sistema económico son:
- El calentamiento global, que da lugar a la crisis climática. La emisión de gases de efecto invernadero provocada por la acción humana está detrás del calentamiento progresivo de la Tierra. Esto desemboca en otros efectos, como el deshielo de los polos, el aumento del nivel del mar, la desertificación, las sequías prolongadas, etcétera.
- Pérdida de biodiversidad. La destrucción o fragmentación del entorno natural de muchas especies está conduciendo a su declive poblacional e, incluso, a su extinción. Son malas noticias para los humanos porque tanto los animales como las plantas y el resto de elementos que configuran los ecosistemas son cruciales para la supervivencia de nuestra propia especie y para el equilibrio del planeta en su conjunto.
- Lluvia ácida. Este fenómeno produce un aumento en la acidez de los suelos, además de contaminar el agua, deteriorar edificios y destruir la vegetación.
- Contaminación. Química, biológica, del agua, del aire, del suelo… Se produce principalmente por la actividad industrial y sus desechos, las calefacciones o el parque automovilístico.
En cuanto a esta última, un estudio realizado en 98 países indicó que el aumento de la producción de bienes supone también un incremento en los índices de contaminación. En cada país es diferente por varias razones. Si bien una mayor producción implica un aumento en el tráfico comercial y por tanto un incremento de la contaminación, los países más desarrollados probablemente comiencen a adaptar sus leyes y normas para regular y reducir estos constes medioambientales. Mientras, los países en desarrollo no cuentan con una regulación tan estricta por lo que la huella que dejan es mucho mayor. La revista médica británica The Lancet cifró el coste económico de la contaminación en más de 3,7 billones de euros, lo que supone el 6,2% de la riqueza del planeta. Y, recientemente, un estudio del European Heart Journal cifró el número de muertes prematuras por la polución atmosférica en 8,8 millones de personas en el mundo.
Impacto de las actividades económicas en el medio ambiente
Estos problemas afectan de manera directa a la base del crecimiento económico tal y como se concibe en la actualidad. A mayor crecimiento, hay una mayor demanda y un mayor consumo de bienes y servicios. Por lo tanto, se produce un aumento en la producción y, por ende, en la explotación de recursos naturales.
Así, cabe preguntar: ¿Es sostenible seguir consumiendo a este ritmo? ¿Se puede abastecer la demanda actual cambiando el modelo de explotación? ¿Cómo va a influir tanto en la economía como en el medio ambiente el incremento de la población mundial? Teniendo en cuenta que los recursos del planeta son limitados, si hiciéramos un balance como si de una empresa se tratara, el déficit con el planeta es inmenso: gastamos muchos más recursos de los que el planeta es capaz de reponer.
La solución, concluye la comunidad internacional (o así lo plasma en la Agenda 2030 de Naciones Unidas), pasa por el desarrollo sostenible; es decir, aquel que satisface las necesidades de la generación presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras de satisfacer las suyas, lo que exige un replanteamiento absoluto de la psicología del consumo actual y un cambio de una economía convencional (lineal) a una verde y circular.