Los beneficios de reciclar envases domésticos
31/07/2019

A medida que crece la conciencia ecológica y se trata de abordar el problema de los residuos, la sensibilización entre los ciudadanos respecto a la necesidad de reciclar se hace cada vez más notable.

Sin embargo, todavía hay cierta confusión respecto al sector del reciclaje y los beneficios de reciclar envases, así como los costes.  ¿Quién paga el reciclaje? ¿Cómo se garantiza su eficiencia? y, sobre todo, ¿a quién beneficia el reciclaje? ¿Es el reciclaje un negocio? En este post vamos a tratar de resolver estas dudas.

Los beneficios del reciclaje son para la población mundial

Para empezar, el reciclaje es una práctica que beneficia al conjunto de la población mundial, incluidas las especies no humanas. Entender los residuos como recursos, aprovechando su valor para devolverlos a la cadena productiva, evita la extracción de nuevos materiales, combate el cambio climático, ahorra energía, protege los recursos naturales y, además, nos ahorra la contaminación que generaría el vertido de los desechos.

Pero, si bien es cierto que el reciclaje alivia el coste social y ambiental de los productos que generamos y consumimos, el proceso no es gratuito. Toda gestión requiere su esfuerzo y otorgar una nueva vida a los envases fuera de uso tiene un coste no precisamente barato.

Quién paga el reciclaje en España

En España funciona, como en el resto de Europa, el principio de responsabilidad de “quien contamina, paga”. Así, son los fabricantes quienes tienen la obligación legal de asumir la financiación de la gestión de los residuos que derivan de su producción y de garantizar la viabilidad del sistema de reciclaje añadiendo una tasa al coste de fabricación de sus productos.

Para ello, la forma por la que se ha optado en la mayoría de los países de Europa para asegurar la correcta gestión de los residuos ha sido la de los Sistemas Colectivos de Responsabilidad Ampliada del Productor (SCRAP), antes conocidos como SIG (Sistema Integrado de Gestión). Los SCRAP son organizaciones sin ánimo de lucro como Ecoembes que nos dedicamos a la gestión de los residuos y que anualmente hemos de presentar sus memorias económicas y dar cuenta de todas las operaciones financieras.

Algunos SCRAPS, como es nuestro caso en Ecoembes, dedicamos una parte de nuestros presupuestos a realizar acciones más allá de la gestión de los residuos, como campañas de sensibilización ciudadana o estudios de I+D orientados a agilizar el proceso, hacerlo más eficiente y a generar, en última instancia, un mayor beneficio social.

Los SCRAPS llegan a acuerdos con las entidades locales para que sean ellos quienes realicen la recogida a cambio de una retribución económica con la intención de aumentar la eficiencia y la eficacia en la recogida de residuos.

Qué es el punto verde

Desde el margen de acción de los consumidores, nuestra garantía de que los productos que utilizamos van a tener una segunda vida está en el llamado “punto verde”.

El punto verde es un símbolo de dos flechas verdes que, en direcciones opuestas, forman un círculo, y que está presente en el producto desde el inicio de su fabricación. Responde al modelo europeo, y llegó a España en 1997 cuando en Ecoembes os adherimos a Pro Europe (Packaging Recovery Organisation Europe). Desde entonces, las envasadoras y/o distribuidores pagan por incluirlo en sus productos y asegurar que sean gestionados correctamente.

Si nuestro envase contiene este símbolo sabemos que puede y debe ser reciclado.

Eso sí, también tenemos poner de nuestra parte. Cuando ya no podamos darle más usos (siempre tenemos que tener en cuenta la jerarquía de las 3R, en la que la prioridad es reducir, y después reutilizar y reciclar) el envase ha de ser introducido en el contenedor correspondiente, en el caso de los envases domésticos en el contenedor amarillo o azul.

Actualmente existen más de 380.000 contenedores amarillos y más de 215.000 azules repartidos por todo el territorio nacional. De hecho, en nuestro país ya se recicla el 78,8% de los envases domésticos de plástico, latas, briks y envases de papel y cartón.

Cuánto cuesta el punto verde

Las tarifas del “punto verde” dependen de los materiales usados. Los cartones para bebidas y alimentos junto con los plásticos de polietileno (HDPE, LDPE o PET) son los mas caros.

Un kilo de estos materiales puede costar en 0,23 y 0,47 euros. Además, todos los elementos que componen el envase tienen su propia tarifa, que se calcula por separado.

Es decir, se paga una cantidad distinta por el tapón, la botella, la etiqueta, el asa, etc. Así, el coste final del “punto verde” será el resultado de la suma del coste de gestión de todos los elementos que componen un envase.

Este sistema permite que a los ciudadanos no les suponga un sobrecoste el hecho de reciclar y que los SCRAP sean entidades sin ánimo de lucro, cuya principal motivación es aumentar el porcentaje de residuos reciclados y el compromiso medioambiental de la ciudadanía.