¿Qué es la justicia oceánica que nos propone Ocean Conservancy?
12/01/2024

Qué es la justicia oceánica

La «justicia oceánica» implica abordar las desigualdades en el uso y beneficio de los recursos oceánicos. Reconociendo que la economía oceánica actual presenta desequilibrios arraigados en sistemas políticos y económicos, así como en legados históricos, busca garantizar la distribución equitativa de beneficios y cargas. Esto incluye aspectos como la participación en la pesca, actividades en la Alta Mar, infraestructura costera, y operaciones de corporaciones transnacionales. Una economía oceánica sostenible, según este enfoque, debe respetar el medio ambiente, proteger los derechos humanos, mejorar el bienestar humano y promover la equidad de género, al tiempo que aborda la corrupción y fomenta prácticas comerciales responsables para lograr una redistribución justa de la riqueza y beneficios.

La increíble diversidad biológica que acogen los océanos convive con los recursos y alimentos que nos proporciona la multitud de sus servicios ecosistémicos, además de absorber hasta el 30% del dióxido de carbono que producimos y generar el 50% del oxígeno que respiramos. Y aun así, no siempre sabemos encontrar el equilibrio entre aprovechamiento y conservación.  

Situación actual de los océanos

Más bien por el contrario, llevamos decenas de años agrediéndolos, sobreexplotando sus recursos y contaminando sus aguas. La eutrofización, la acidificación, el calentamiento de los océanos y la contaminación por plásticos son solo algunos de los efectos negativos que impactan sobre los océanos, según el Informe de los ODS 2023 de Naciones Unidas.  

Frente a esta situación, los países miembros de Naciones Unidas alcanzaron en junio de 2023 el Acuerdo de Diversidad Biológica que aporta un marco legal para todas las actividades en el océano y los mares, estableciendo reglas que rigen los recursos oceánicos, reconociendo la estrecha interrelación de la naturaleza con el espacio oceánico. Su objetivo global es el llamado “30×30”: conservar y gestionar eficazmente al menos el 30 % de la superficie terrestre y de aguas continentales del mundo para 2030. 

Además, uno de los 17 Objetivos de Desarrollo, Sostenible (ODS) se dedica a los ecosistemas marinos. Concretamente, el ODS 14 propone siete metas para “conservar y utilizar sosteniblemente los océanos, los mares y los recursos marinos”. 

El trabajo de Ocean Conservancy en pro de la justicia oceánica

En este contexto es donde se mueve el trabajo de Ocean Conservancy, un movimiento social que promueve desde 1972 acciones para la conservación de los océanos, porque como dice Janis Searles-Jones, “lo que suceda en los océanos nos impacta a todos”. Su filosofía se basa en la denominada “justica oceánica”, que consiste en promover una distribución justa y equitativa tanto de los beneficios que proporcionan los océanos como de las responsabilidades para mantenerlos sanos. 

Con sede en la ciudad norteamericana de Washington, Ocean Conservancy trabaja en varios frentes, entre los que destacan el análisis el impacto del cambio climático en los océanos, la pesca sostenible, el desarrollo sostenible de las comunidades costeras, la protección del Ártico y la concienciación sobre el problema de las basuras marinas. 

Bajo la idea de que en los océanos “entre mucho y sale mucho más”, haciendo referencia a la cantidad de contaminación que reciben y a la sobreexplotación de sus recursos, esta organización centra su enfoque en los impactos negativos que afectan a las comunidades y personas que viven del mar o en zonas costeras, porque resultan ser los colectivos más vulnerables. Por ejemplo, la organización tiene una línea de trabajo para evaluar los impactos de la sobrepesca que, además, dificulta la supervivencia de los sistemas tradicionales de pesca locales y el modo de vida de muchas poblaciones costeras.  

Contra la basuraleza 

Otro programa importante de Ocean Conservancy está dedicado a las basuras marinas. Nicolas Mallos, que es el responsable de esta campaña, comenta que “los plásticos ahora contaminan todas las dimensiones de nuestro océano, desde la superficie hasta el fondo del mar, en playas remotas y en el hielo marino del Ártico”.   

En sus 51 años de vida, cerca de 17 millones de voluntarios han participado en alguna de las acciones de limpieza de entornos marinos convocados por la organización. En total, calculan que han sacado del mar y de las playas del mundo cerca de 170 millones de kilos de basura marina.  

Algo similar propone desde hace años en España el proyecto “LIBERA , unidos contra a basuraleza”, impulsado por SEO/BirdLife en alianza con Ecoembes y cuya finalidad es concienciar y movilizar a la ciudadanía para “liberar” de basuraleza los ecosistemas naturales. Entre las recogidas ciudadanas de basuraleza que organiza LIBERA cada año se dedica una de ellas a la limpieza de playas y mares.