Evitar que el cambio cliático rompa la cohesión territorial en Europa
14/06/2024

27 países que suman cuatro millones de kilómetros cuadrados que acogen a 448 millones de personas. La Unión Europea es diversa en lo económico, lo social y lo ambiental, y precisamente por esto siempre ha buscado encontrar el equilibrio y la cohesión entre sus diferentes regiones para evitar grandes brechas 

Aunque los objetivos de la directivas y normas que se aprueban son de obligado cumplimiento para todos los países miembros, la UE tiene mecanismos para adaptarse a las realidades de cada país o región, por ejemplo marcando objetivos específicos para cada territorio (que en promedio alcanzan el objetivo general) o apoyando económicamente a las regiones más deprimidas (entre otros, con los fondos de cohesión que, precisamente, ahora se renuevan para el período 2021-2027).  

Un buen ejemplo de lo primero es el desarrollo de las energías renovables o la reducción de emisiones de C02, donde la UE tiene objetivos globales para 2030, pero cada país tiene sus propias metas específicas. 

Urbano o rural 

Más allá del histórico desequilibrio entre norte y sur que arrojan muchos indicadores, en la “Europa de las regiones” (un enfoque que trasciende el ámbito nacional) se detecta una importante brecha entre el entorno urbano y el rural. Son las áreas metropolitanas las que tiene un mayor desarrollo económico y donde se concentran la innovación, la competitividad, las inversiones, el empleo y los mejores logros ambientales, como es el caso de los avances en economía circular. 

Existen grandes diferencias entre las regiones capitales y las menos pobladas, lo que presenta el reto de reequilibrar las inversiones y los proyectos que fomenten el cuidado ambiental, entre otros aspectos, dado que es en estas zonas con menos habitantes donde está la mayor parte de la biodiversidad europea y donde se producen los alimentos y las materias primas. Sin embargo, asistimos a un proceso de despoblamiento generalizado del mundo rural, un problema que es especialmente crítico en regiones de Portugal, España, Grecia, Rumania y Bulgaria.  

Una de las aspiraciones de la UE está en que la transición hacia una economía climáticamente neutra (objetivo marcado para 2050) sea justa y equilibrada para que todas las regiones se aprovechen por igual de esta transformación. Lo mismo ocurre con la transición digital y circular 

Las herramientas de inversión son claves. Durante el período 2014-2020, el 13% de toda la inversión pública de los países provino de los Fondos de Cohesión de la UE, una cifra que aumentó hasta el 51% en los países menos desarrollados, aquellos que reciben más ayudas.  

El sur se calienta más 

Dado que el cambio climático es uno de los principales retos en Europa, hay un especial interés en que sus impactos no generen más desigualdades entre las diferentes regiones. Y aquí sí que hay una brecha importante entre el norte y el sur del continente. De hecho, el sur de Europa es una de las regiones más vulnerables al calentamiento global de todo el mundo.  

Según datos de la UE, hay determinadas regiones que van a sufrir un sobrecoste económico debido a los impactos del cambio climático. Las regiones más afectadas serán las del sur de Grecia, algunas zonas de Italia y Portugal, y varias provincias españolas, como las dos extremeñas, Alicante, Huelva, Córdoba, Jaén, Almería o Toledo.  

Pero si miramos el mapa de riesgos para la salud humana derivados por los impactos climático, España y Portugal destacan muy especialmente. Prácticamente en todo el centro y sur de la Península Ibérica más del 75% de la población está en nivel alto de riesgo.   

El Servicio de Cambio Climático Copernicus de la UE publicó el pasado mes de abril su Informe anual sobre el estado del clima, donde se constata que Europa vivió en 2023 el segundo año más cálido desde que hay registros. De hecho, Europa es el continente que más rápido se calienta. Este informe contiene un mapa interactivo muy interesante sobre los eventos climáticos donde se puede observar su intensidad en España y, en general, en todo el sur de Europa, especialmente con sequías, incendios y aumento de la temperatura.