El tándem bioeconomía e innovación tecnológica está dando unos resultados fantásticos. Y en este caso, las cifras importan porque es un sector estratégico para nuestro país.
Bioeconomía en España: un motor económico sostenible
La bioeconomía es un enfoque económico que aprovecha los recursos naturales renovables, como plantas, animales y microorganismos, para crear alimentos, energía y materiales de manera sostenible. Busca reducir el impacto ambiental y fomentar un modelo más circular y respetuoso con el planeta. La bioeconomía mueve en España cada año 22.900 millones de euros y da empleo a 1,4 millones de personas.
El 80% de esta riqueza proviene del sector de la agroalimentación (agricultura, ganadería, pesca y acuicultora), pero la bioeconomía también incluye la producción de textiles, fármacos, plásticos y compuestos químicos de origen biológico; la actividad forestal; la producción de papel y cartón; los productos fabricados con madera, y la producción de electricidad a partir de biomasa, entre otras actividades.
Innovación tecnológica en la bioeconomía: impulsando el futuro
Gracias al programa StartBEC del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA), desarrollado en colaboración con el centro tecnológico AINIA, se está dando un gran impulso a la implementación de soluciones innovadoras basadas en el uso de la tecnología para redimensionar la bioeconomía como un motor económico sostenible que genera riqueza, a la vez que protege el medioambiente haciendo un uso racional de los servicios que ofrecen los ecosistemas naturales.
Este programa cuenta con la participación de 10 startups de innovación tecnológica, seleccionadas entre 52 candidatos, que trabajan en distintos aspectos de la bioeconomía y suponen una decena de buenas prácticas muy interesantes. El servicio de mentorización de AINIA para estas 10 empresas incluye ensayos, estudios piloto, dinámicas de innovación y asesoramiento financiero en I+D+i, entre otras herramientas.
10 proyectos de bioeconomía en España
- Bio2Coat. Gracias a sus nuevos recubrimientos y películas 100% naturales y comestibles, se puede combatir el desperdicio alimentario y los residuos innecesarios. Sus miembros son investigadores de la Universidad Politécnica de Catalunya, UPC.
- BioProcesia Circular Solutions. Elabora piensos sostenibles de alto valor en proteínas a partir de desechos utilizando la tecnología de fermentación microbiana. Tiene financiación de la Unión Europea y del CDTI.
- Chlydro. Ofrece una solución innovadora para combatir el cambio climático utilizando plantas acuáticas y microalgas para absorber el CO2 atmosférico.
- Feltwood Ecomateriales. Quiere dar respuestas innovadoras para sustituir el plástico por materiales alternativos sostenibles desarrollando un material de origen 100% vegetal.
- Galinsect. Está investigando nuevas soluciones para la revalorización de los residuos mediante el uso de insectos. Tiene una ‘granja’ de insectos para elaborar piensos para animales.
- MolDrug AI Systems. Está desarrollando herramientas usando algoritmos avanzados y técnicas de aprendizaje automático para la identificación de compuestos de interés, reduciendo así la necesidad de los ensayos con animales.
- Naturbec Biotechnology. Genera formulaciones a partir de tres principios de origen natural para optimizar la eficiencia agrícola y minimizar el impacto ambiental. Produce biofertilizantes y bioestimulantes para la agricultura ecológica.
- Oscillum Biotechnology. Trabaja en nuevos sistemas de etiquetado inteligente con los que se puede monitorizar los productos en tiempo real, mejorando la logística, el desperdicio alimentario y la información al consumidor.
- Remolonas Foods. Conecta los excedentes de alimentación desde el inicio de la cadena alimentaria con los consumidores gracias a sus ‘cestas multiproducto’.
- Väcka Quesería. Investiga alternativas vegetales al queso, saludables y de alta calidad nutricional, con materias primas revalorizadas o residuos de la industria alimentaria.
La apuesta de la UE por la bioeconomía circular
El impulso de la Unión Europea a la bioeconomía ya viene de lejos, demostrando que es un sector de actividad emergente y con un gran futuro. Fue en 2012 cuando la UE lanzó su Estrategia de Bioeconomía, cuyo objetivo era reorientar la economía hacia actividades y sectores dedicados a trabajar de manera más sostenible con los recursos renovables.
Esta Estrategia tiene cinco objetivos:
- Garantizar la seguridad alimentaria.
- Gestionar los recursos naturales de manera sostenible.
- Reducir la dependencia de los recursos no renovables.
- Mitigar y adaptarse al cambio climático.
- Crear nuevos empleos sostenibles y mantener la competitividad de la UE.
En 2018, se presentó una actualización de la Estrategia que incorporaba un Plan de Acción para promover la bioeconomía sostenible y circular con dos metas claras: la Agenda 2030 y sus 17 ODS, y el Acuerdo de París sobre el cambio climático.
Si el gobierno de la UE tiene claro el futuro, no resulta menos reseñable esa misma claridad de ideas en los cientos de empresas, entidades y organizaciones que desarrollan nuevos procesos para trabajar con materiales renovables de origen biológico, potenciando este sector de actividad y minimizando la presencia de los combustibles fósiles.
Es el caso de las investigaciones que desarrolla el centro de innovación de economía circular en España, The Circular Lab, que, bajo el paradigma del ecodiseño, identifica nuevos materiales y envases sostenibles, entre ellos los de carácter orgánico.