Vehículo eléctricos sí, pero con reciclaje de sus baterías
12/05/2021

 

En los últimos meses el gobierno está verbalizando de forma insistente su enorme interés por los vehículos eléctricos. No en vano el sector de la automoción con representa el 8,5% del PIB y el 19% del total de las exportaciones españolas, además de generar casi dos millones de empleos directos e indirectos.  

El anuncio de la fábrica de baterías de Extremadura se inscribe en esta visión estratégica. Asimismo, cabe señalar que una parte de los fondos europeos irán destinados a este tipo de vehículos y a la  movilidad eléctrica. 

En definitiva, tras unos años de estancamiento, parece que por fin en esta década se van a tomar decisiones que podrían impulsar la movilidad eléctrica de un modo definitivo. A nadie se le escapa que la cuestión de las baterías es central en todo este proceso de transición hacia la nueva movilidad, tanto desde el punto de vista de los movimientos empresariales, como desde una perspectiva estrictamente ambiental.  

Por todo ello, es más que pertinente rescatar un informe realizado en 2018 con el apoyo de la Unión Europea titulado Circular Impacts: prospects for electric vehicle batteries in a circular economy cuyo contenido mantiene su plena vigencia. 

Dos escenarios hipotéticos 

El documento proporciona información y estimaciones sobre los impactos de la gestión del gran número de baterías de iones de litio para vehículos eléctricos que entrarán en el  mercado y que llegarán al final de su vida útil en los próximos años.  

El análisis compara dos escenarios hipotéticos que implican distintos niveles de ambición en cuanto a la recogida de baterías para su reciclaje en Europa. Igualmente, aborda el tema de la eficiencia del reciclaje de diferentes materiales clave en función de su importancia económica, social y medioambiental: cobalto, níquel, aluminio y litio. 

El estudio revela que el aumento de las tasas de recogida y de reciclaje de baterías de vehículos eléctricos en la UE puede mitigar la dependencia de los materiales importados y ayudar a conservar el valor de los materiales recuperados. Además, recomienda que la UE continúe y refuerce su apoyo a la I+D de los procesos de reciclaje de baterías de iones de litio para mejorar su rentabilidad y eficiencia. 

Circular Impacts: prospects for electric vehicle batteries in a circular economy destaca que en 2030 podrían recuperarse materiales por un valor de 408 millones de euros a precios actuales en el primer escenario (el de menor ambición o avance)  y de 555 euros millones de euros en el segundo escenario (el de mayor ambición). 

Más allá de 2030 la magnitud de los beneficios potenciales se incrementa: se calcula que en 2035 podrían recuperarse y conservarse en la economía de la UE materiales por valor de 909 millones de euros el primer escenario y unos 1.200 millones de euros en el segundo escenario.  

Para 2040 la tendencia sigue y podría llegar a los 1.900 millones de euros y a 2.600 millones de euros en cada escenario respectivamente.  

Todo esto, y así lo precisa el documento, teniendo en cuenta el estado del arte actual, que podría modificarse con la innovación tecnológica. 

Empleo y cero emisiones

Otros beneficios, que el documento también subraya, son el aumento de las tasas de eficiencia en la recogida y el reciclaje como vector de creación de empleo y de mitigación de las emisiones de CO2.  

El informe concluye con modestia diciendo que solo quiere añadirse a otros documentos y estudios sobre el impacto de las baterías y que no pretende ser exhaustivo en ningún modo. Con este mismo tono, reclama que cabe realizar más análisis e investigación para tener un conocimiento más profundo sobre la materia. 

 Este acertado cierre es más importante de lo que parece: obliga a poner en cuarentena una larga serie de titulares definitivos sobre el impacto de las baterías que, día sí y día también, aparecen en el universo comunicativo.