Agua, oxígeno, alimentos, materias primas… La biodiversidad y sus ecosistemas nos proveen de lo imprescindible para la vida humana. Y a pesar de ello, la estamos perdiendo a una velocidad más que preocupante. Ahora, la tarea es frenar esa pérdida y comenzar a restaurar espacios degradados.
Para avanzar en esta ingente tarea, la ciudad de Cali (Colombia) acogerá entre el 21 de octubre y el 1 de noviembre la 16 Cumbre de Biodiversidad (COP16) del Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB) de las Naciones Unidas.
Frente a la creciente pérdida de biodiversidad, los retos para esta cumbre no pueden ser más urgentes: avanzar en la implementación del Marco Global de Biodiversidad Kunming-Montreal, que fue aprobado en 2022 durante la COP15 celebrado en Canadá y que sustituyó al Plan Estratégico para la Biodiversidad 2011-2022 (conocido como Metas Aichi).
Objetivos del Marco Global
Este Marco Global es un plan de con 23 objetivos concretas para 2030, así como una mirada más abarcadora para que la biodiversidad se proteja y conserve al máximo de cara a 2050. Su objetivo más importante y mediática es el bautizado como “30×30”: proteger el 30% de la superficie marina y terrestre para 2030.
Otros objetivos que deberán acelerarse con medidas concretas en la COP16 que se celebrará en Colombia son:
- Mantener, mejorar o restaurar la integridad, la resiliencia y la conectividad de los ecosistemas naturales, y aumentar su extensión para 2050. Detener la extinción de especies y mantener la diversidad genética.
- Frenar la extinción de especies, proteger la diversidad genética y gestionar los conflictos entre los seres humanos y la vida silvestre.
- Gestionar con criterios sostenibles la biodiversidad y los servicios de sus ecosistemas que hacen posible la vida en el Planeta.
- Compartir de manera justa y equitativa con las comunidades locales los beneficios económicos que generan los ecosistemas para poder reforzar la conservación de la biodiversidad.
- Generar los mecanismos necesarios para que los recursos financieros, la tecnología y la cooperación científica llegue a los países más pobres y a los estados insulares.
Estos cuatro objetivos no sólo dependen de la voluntad de los gobiernos para tomar medidas concretas en materia de protección de la biodiversidad, sino que también se relacionan con el otro gran reto al que nos enfrentamos: el cambio climático. Sus efectos son devastadores para los ecosistemas naturales y es una de las principales causas de su degradación.
Qué es el CDB
El Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB) nació en la histórica Cumbre de Rio de 1992 (Cumbre de las Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo, Rio de Janeiro). En aquel momento fue firmado por 150 países. Actualmente lo han ratificado 195 gobiernos y todos los miembros de la Unión Europea.
El CDB fue diseñado como una herramienta útil para avanzar en lo que fue en su momento la Agenda 21, adaptando desde 2015 sus enfoques y metas a la actual Agenda 2030 y sus 17 ODS. La Secretaría del CDB está en la ciudad de Montreal y tiene como función colaborar con los gobiernos para aplicar el Convenio y las decisiones que se toman en las COP de biodiversidad.
En esta misma línea, trabajan miles de organizaciones a lo largo y ancho del mundo. Por ejemplo, SEO/BirdLife, en colaboración con Ecoembes, lleva años trabajando el proyecto “LIBERA”, cuyo objetivo es preservar y limpiar de basuraleza los ecosistemas terrestres y marinos con la colaboración de la ciudadanía.
Biodiversidad, el sustento de la vida
La diversidad biológica (o biodiversidad) se refiere a la variedad de vida en la Tierra y a los patrones naturales que la componen. Es fruto de miles de millones de años de evolución y representa la red de vida de la que depende la supervivencia del ser humano.
Para hacernos una idea de su riqueza, hemos de pensar en que se han identificado unos 1,75 millones de especies, pero se calcula que hay unos 13 millones. Todo ello en los diferentes ecosistemas que existen, como bosques, desiertos, montañas, lagos, etc.
Algunos de los principales bienes y servicios de la biodiversidad son:
- Suministro de alimentos, combustible y materias primas.
- Purificación del aire y del agua.
- Descomposición de desechos.
- Estabilización del clima.
- Reducción de los impactos de inundaciones, sequías o temperaturas extremas.
- Renovación de la fertilidad del suelo.
- Polinización de plantas y de muchos cultivos agrícolas.
Amenazas para la biodiversidad
La pérdida de biodiversidad impacta directamente en el bienestar del Planeta y en la salud humana, porque reduce la productividad de los ecosistemas naturales de los que nos nutrimos constantemente. Algunos científicos ya hablan de “la sexta extinción”.
El informe Planeta Vivo 2022 de WWF nos deja una fotografía de la biodiversidad muy poco halagüeña, pues afirma que estamos llevando los sistemas naturales al límite de su capacidad:
- Desde el año 1970, analizando 32.000 poblaciones de 5.230 especies, se ha perdido el 69% de la población de mamíferos, aves, reptiles, anfibios y peces (casi tres cuartas partes de la vida silvestre).
- Una de las regiones más castigada es la de Latinoamérica y el Caribe: ha perdido nueve de cada 10 animales (el 94% de su vida silvestre), especialmente por la expansión de la agricultura y la deforestación de la Amazonía. África perdió el 66% de su vida silvestre y Asia Pacífico el 55%.
- La pérdida del número de animales en los ecosistemas de agua dulce también es preocupante: disminuye una media del 83% en los ríos y los humedales.
- Ha desaparecido la mitad de los corales, donde habita una cuarta parte de las especies marinas. Algunos tipos de tiburones y las rayas oceánicas han reducido su población hasta en un 71%.