Empleo circular contra un mundo 4.0
05/07/2021

Desde que empezó el siglo XXI –y quizás un poco antes– los mensajes que circulan de forma mayoritaria sobre nuestro futuro están dominados por la incertidumbre, cuando no directamente por el miedo.  

Atrás quedaron las ilusionantes promesas de los 30 gloriosos años de la posguerra que dibujaban un futuro radiante y que incluso eran capaces de hacer olvidar la amenaza atómica.  No sin razones, hoy en el horizonte aparecen nubes negras: en la biosfera, en la política, en la salud (vendrán más pandemias) y sobre todo en la economía.  

En este último ámbito el run run dominante es que en las próximas décadas van a desaparecer millones de puestos de trabajo, no ya por una crisis económica, sino por el éxito de la transformación digital y tecnológica en general. Una paradoja poco reconfortante, sin duda. 

Lo cierto es que las personas que atienden al público, los conductores de trenes y todo tipo de profesionales del volante, los operarios de las fábricas, entre otros, van a perder sus empleos. Se indica, en contrapartida, que habrá más demanda laboral de todo aquello que tenga que ver con la salud y el cuidado de las personas ¿Seguro?  El desarrollo del eHealth y la robótica no apuntan en esta dirección. 

Existen numerosas especulaciones prospectivas sobre las profesiones del futuro. Algunas suenan más o menos a ciencia ficción como psicólogo de inteligencias artificiales o piloto espacial comercial. Otras aseguran que se pondrán en valor perfiles como el de filósofo debido a los dilemas éticos y existenciales que propiciará una sociedad hipertecnificada. 

Y luego está la prospectiva sobre este tema basada en el desarrollo de la economía circular, una de las pocas tendencias del siglo XXI que nos aparta de visiones apocalípticas y nos permite vislumbrar un mundo mejor.   

Creando valor

En este sentido es muy recomendable la lectura de un texto escrito conjuntamente por Manuel Albaladejo y Paula Mirazo, de ONUDI junto, a Laura Franco Henao, de la Fundación Ellen MacArthur. Este escrito pone de relieve las grandes posibilidades de crecimiento que plantea la aplicación de este paradigma teniendo en cuenta su capacidad de crear valor en el intercambio, el mantenimiento, la reutilización, la remanufactura y el reciclaje.  

No se trata solo de reducir al mínimo o hacer desaparecer las externalidades negativas, que de por sí ya es loable, sino de crear o potenciar una serie de oportunidade. El escrito también señala que en en América Latina y el Caribe la adopción de la economía circular podría crear un incremento neto de 4,8 millones de puestos de trabajo en la región. Y en Europa la aplicación de medidas circulares más ambiciosas podría generar 700.000 nuevos empleos.  

Los autores no olvidan que, dadas las posibles pérdidas de puestos de trabajo derivadas de la Industria 4.0, es necesario que la economía circular aproveche el potencial de este nueva revolución  para crear empleos cualificados. Está claro que habrá en los próximos años una dinámica de adición y resta, y en ella  la economía circular debe sumar. 

Otro mensaje positivo que subrayan los autores es que la cuestión clave sobre el empleo futuro ha sido ampliamente comprendido en el mundo. Lo demuestra, por una parte, que el paradigma de la circularidad ha sido adoptado con gran interés por países y regiones en una situación muy dispar como Europa, China o África.  

A diferencia de lo que ha ocurrido con el concepto de sostenibilidad, que a veces se ha visto como propio de economías sofisticadas, la circularidad se contempla como algo que funciona independientemente de la etapa de desarrollo en que se halle un territorio. 

Por otra parte, los autores destacan que, desde 2016, se ha multiplicado por 10 el número de fondos privados vinculados a inversiones en actividades relacionadas con la economía circular. Y solo en 2020, los activos gestionados en fondos de capital público relacionados con la economía circular se han multiplicado por 14.  

 De todos modos el auténtico potencial de la circularidad en la generación de empleo sigue siendo desconocido. Faltan más estudios y más completos. Valdría la pena llevarlos a cabo para empezar a mirar hacia el porvenir de otro modo.