Reset para el turismo pospandemia
23/07/2021

La CE360 Alliance está formada por una excepcional red de profesionales, especialmente formados en economía circular, que podrían ser descritos, con bastante precisión, como “generadores de conocimiento”. Por esta razón y por la particular situación en la que se encuentra uno de los grandes sectores de la economía mundial tras la pandemia –el turismo– es recomendable prestar atención al informe de CE360 Alliance: Circular Economy in Travel and Tourism. A conceptual framework for a sustainable resilient and future prooof industry transition. 

Según el informe, durante la  irrupción del Covid-19 el sector turístico se ha enfrentado a un “choque de demanda” repentino, global y abrupto. En consecuencia, el futuro del sector tras la pandemia es incierto. Existe un comprensible deseo de volver a la «normalidad» lo antes posible. Sin embargo –para los expertos de CE360 Alliance– esta crisis ofrece una oportunidad única para reflexionar y plantearse preguntas importantes como las relacionadas con los impactos ambientales y sociales adversos que genera el turismo. 

En un escenario de continuidad de modelo, los retos socioeconómicos y medioambientales subyacentes en la industria de los viajes y el turismo permanecerán y se exacerbarán aún más. Aunque los primeros pronósticos realizados en plena pandemia dibujaban un escenario de cambio radical en el turismo con una gran caída de la demanda, ahora mismo gana terreno la hipótesis de que habrá un “gran efecto rebote” y que ocurrirá todo lo contrario. 

Ante esta posibilidad Circular Economy in Travel and Tourism. A conceptual framework for a sustainable resilient and future prooof industry transition explora el potencial de las ideas y prácticas inspiradas en la economía circular para lograr un sector más sostenible y resistente. 

El documento apunta que la necesidad de un nuevo paradigma de viajes es “apremiante” y que la economía circular ofrece un conjunto de herramientas para crear una industria turística innovadora y apta para el siglo XXI. 

No existe una transformación circular única para el sector, sino una amplia variedad de caminos de transformación que se tienen que implementar en múltiples subsectores como la movilidad, el alojamiento, la comida y la bebida, la organización de eventos. 

Estas múltiples transformaciones se pueden visualizar en dos grandes grupos de actores en la industria del turismo. Unos serían los que operan con activos materiales y tangibles. Aquí entrarían la hostelería y el transporte, que pueden incidir en aspectos como el uso de materiales para ser reutilizados y reciclados y la introducción de los modelos de negocio de  mobility as a service. 

El otro grupo es de los actores que operan con elementos no tangibles como, por ejemplo, serían las agencias de viajes y para los que se recomienda diferenciarse en el mercado utilizando precisamente la circularidad como seña de identidad. Ambos grupos disponen de diversas oportunidades –que se detallan– para su transformación. 

Prosperidad y equidad

En el informe se subraya que, si bien en general la economía circular ha sabido potenciar los discursos centrados en recursos, flujos materiales y la regeneración del capital natural –lo cual es absolutamente cierto– en el caso del turismo habría que poner también el acento en cómo la transición hacia otro modelo puede conducir a sociedades más prósperas y equitativas. Esto es muy relevante en el contexto de la industria turística porque, en gran medida, se nutre de la cultura y patrimonio de las comunidades y de las personas, con sus experiencias y expectativas. 

Otro aspecto interesante, que se destaca, es que el sector turístico está conectado con la mayor parte de los sectores de peso en la economía y, desde este punto de vista, una transformación de calado de su modelo tendría repercusiones muy positivas en un el conjunto. 

Un factor demográfico podría ayudar a realizar la transición necesaria. Se trata de la irrupción de la denominada generación z, o posmilenial, que exhibe un cambio sustancial de valores respecto a las generaciones anteriores en lo que se refiere a consumo y sostenibilidad, un cambio donde la desmaterialización tiene un papel importante. 

Mucho antes de la pandemia, en las grandes ciudades turísticas del mundo se había ido gestando un movimiento malestar y de rechazo hacia el turismo de masas. Un sentimiento que también se había manifestado, aunque de otro modo, en zonas no urbanas. 

El informe indica que el Covid-19, con su fuerza disruptiva, ha llevado el turismo a un paro técnico que a su vez puede ser aprovechado para un reinicio. Quizás otra oportunidad como esta para abandonar el business-as-usual tarde décadas en volverse a presentar.