Límites que no aprisionan, especialmente los nueve que facilitan la vida
27/08/2021

La idea de que el planeta tiene límites es una idea inherente al mundo contemporáneo. Para concebirla hace falta tener una noción de la realidad y las dimensiones de la Tierra y, no menos importante, disponer de un conocimiento científico suficiente sobre sus dinámicas y su evolución.  

En la antigüedad, la Tierra (o mejor dicho lo que de ella se conocía) cumplía una función prácticamente equivalente a la que hoy puede tener el espacio exterior: era un universo infinito y lleno de misterio por explorar y por explotar. 

La sensación de finitud respecto al planeta, en los términos en que hoy se comprende este concepto, que es en relación con la sostenibilidad, es algo relativamente reciente. Data de 1972, cuando el Club de Roma encargó al Massachusetts Institute of Technology un informe que se haría célebre: Los límites del crecimiento. En él se apunta, por primera vez, que existen unos límites planetarios que pueden ser alcanzados y sobrepasados por una combinación entre la evolución de la población, el consumo de recursos para la producción de bienes y la polución. Cuando esto ocurra, llegará el colapso. 

La sostenibilidad, o desarrollo sostenible, es un concepto que aparece unos años después, en 1987, aunque sus fundamentos teóricos se encuentran en el informe del Club de Roma. Este concepto abre la puerta a una situación de compromiso, por decir así, entre las necesidades humanas y los límites planetarios. El mensaje es claro: podemos desarrollarnos y explotar cualquier recurso, pero siempre por debajo de un límite, que no es otro que su capacidad de renovación.  

La idea de que en un escenario con límites no es posible un crecimiento ilimitado no requiere grandes argumentos adicionales, siempre que hablemos de forma genérica. Lo que ocurre con los límites planetarios es que estamos obligados a referirnos a ellos específicamente. Entonces hay que prestar atención al hecho de que no todos los recursos son renovables, o al gran problema que supone que los que sí lo son sean explotados desenfrenadamente.   

La divisa de la sostenibilidad, a pesar de su uso y abuso, sigue siendo perfectamente válida por la enorme cantidad de sentido común que atesora. Partiendo de ella, nuestra prioridad como especie debe ser acumular y utilizar el máximo conocimiento posible sobre los límites planetarios en todas sus manifestaciones. Y aprovechando la oportunidad que brinda internet ponerlo a alcance de todos. 

Afortunadamente, esta tarea ya se está desarrollando desde algunas instancias dedicadas, en distinta medida, a auscultar la evolución de la Tierra en relación con sus límites. Este es el caso de la plataforma ResourceWatch que reúne centenares de conjuntos de datos sobre el estado de los recursos del planeta y sus habitantes.  

Los usuarios pueden visualizar los retos a los que se enfrentan las personas y el planeta, como el cambio climático, la pobreza, el riesgo de escasez de agua, la contaminación del aire, entre muchos otros. Una función parecida, aunque con un componente sociopolítico importante, realiza el Stockholm Environmental Institute. 

A estas iniciativas, naturalmente, cabe añadir los datos recopilados por numerosas instituciones científicas privadas y públicas y por los gobiernos en sus sistemas estadísticos nacionales.  

Los límites planetarios relevantes

En este punto, podríamos llegar a la conclusión precipitada de que el tema está resuelto. Sabemos la importancia de los límites planetarios y recogemos todos los datos imaginables. Pero esto no es suficiente. Hay que dar un paso más para saber cuáles son las categorías relevantes en este océano de datos.  

Esto es lo que hizo en 2009 un equipo científico del Stockholm Resilience Centre, dirigido por Johan Rockström, al identificar nueve límites planetarios dentro de la cuales la humanidad puede seguir su camino sin problemas. Si estos límites se cruzan no será el fin del mundo, pero podrían producirse disrupciones en el entorno y cambios ambientales irreversibles.  

De hecho, más que límites en sí son ámbitos donde se encuentran los propios límites y son los siguientes: integridad de la biosfera; cambio climático; cambios en los suelos; uso de agua potable; flujos biogeoquímicos; acidificación de los océanos; nuevas entidades; agotamiento de la capa de ozono; y carga de aerosoles atmosféricos. Estos nueve ámbitos son los nueve soportes vitales del planeta, tal como los calificó New Scientist. 

Desde 2009 hasta hoy la investigación del Stockholm Resilience Centre sobre esta materia ha ido progresando. Es significativo señalar que la estrategia de acción del World Business Council on Sustainable Development, que reúne a 200 empresas líderes de todo el mundo, se basa precisamente en los nueve  límites planetarios. El Stockholm Resilience Centre colabora también con la Fundación Ellen MacArthur, ya que la circularidad encaja perfectamente en el objetivo de no rebasar unas fronteras cuyo trazado cada día es más nítido. No por casualidad Netflix les ha dedicado una serie