Pasaportes para entrar al círculo
06/10/2021

El avance hacia la circularidad en el mundo de la construcción es crucial, ya que se trata de uno de los sectores con un uso de recursos más intenso. Para conseguirlo se requieren diversas condiciones, pero quizás pocas son tan importantes como disponer de información precisa sobre los materiales que componen un edificio.

Un instrumento que ofrece un auténtico repositorio de este tipo de información, y que es relevante para todos los actores de la cadena de valor, es el pasaporte de materiales, también conocido como pasaporte de productos, e incluso como pasaporte de circularidad. 

En este campo existe un documento que merece la pena tener en cuenta. Se trata de Materials passports-Best practice, cuyo subtítulo lo dice casi todo: Innovative Solutions for a Transition to a Circular Economy in the Built Environment 

La publicación ofrece directrices para todos los actores que operan en el ámbito de la construcción, muestra los beneficios de los pasaportes de materiales y su proceso de implementación en la práctica. Ha sido realizado, de forma conjunta, por la Facultad de arquitectura de la Universidad Técnica de Munich y por expertos de Building as Materials Banks, un proyecto europeo orientado precisamente a facilitar la circularidad en la construcción con la identificación de los materiales. 

Los pasaportes de materiales son conjuntos digitales de datos que describen las características  de los materiales utilizados, que les confieren valor a la hora de ser recuperados y reutilizados. Estos pasaportes cubren aspectos que no son aportados por otros documentos o certificaciones y que tienen que ver específicamente con la circularidad como, por ejemplo, el diseño para el desmontaje, aunque también pueden aportar información sobre aspectos como el comportamiento energético. 

 Si bien se habla a menudo de materiales en referencia a estos pasaportes, en realidad se aplican también a elementos más complejos, como componentes, productos y sistemas. 

Mantener el valor de los componentes de un edificio en el tiempo requiere que dicho valor pueda ser conocido. Lo que ocurre actualmente es que existe un gran vacío de información sobre la composición y propiedades de los productos. Esto es debido a que se trata de una información desconocida o, si es conocida, no se transmite a los actores relevantes de sector. 

Los beneficios principales de los pasaportes de materiales son múltiples: crean incentivos a los fabricantes para producir componentes con materiales recuperables; ayudan a bajar los costes del sector ya que se prioriza la gestión de recursos; reducen la huella ecológica de la construcción y facilitan la creación de sistemáticas de recuperación.  

Física, química y biología

Materials passports-Best practice explica con detalle cada uno de los aspectos que los pasaportes de materiales pueden incluir, lo que demuestra el rigor y amplitud de este instrumento. Entre ellas cabe citar  las propiedades físicas, químicas y biológicas de los materiales; así como su relación con la salud.  

También se refiere a los distintos métodos para atribuir una identificación unívoca y clara a cada material a través de una etiqueta/código para hacer posible su trazabilidad. La información asignada a cada material es relevante durante la construcción, uso y final de vida de un edificio y es un argumento definitivo contra su demolición. Hay que tener en cuenta que los materiales iniciales pueden ser modificados, o sustituidos parcialmente, en el curso de la vida del inmueble. 

Naturalmente, los pasaportes también tienen sus repercusiones positivas en los análisis de flujos de materiales y de ciclo de vida, así como en todo lo relativo a los sellos y certificaciones de los edificios. 

El progreso en la implementación de los pasaportes de materiales está muy vinculado a la digitalización. Según Materials passports-Best practiceque cita diversos estudios al respecto, la construcción se sitúa por detrás de otros sectores productivos en este terreno.  

De hecho, la digitalización es el prerrequisito para poder establecer estos pasaportes, dada la alta variedad y complejidad en el uso de materiales en cualquier inmueble. En este sentido el documento sugiere integrar los pasaportes de materiales en los sistemas BIM 

Asimismo, cita otras tecnologías que pueden ser de gran utilidad en este campo, como la realidad aumentada (lo que permitiría captar la “identidad” de los diferentes materiales con un simple paseo por un edificio) o el Internet de las cosas (IoT), cuya función sería recoger datos sobre el comportamiento de los materiales, que después serían transferidos automáticamente a sus respectivos pasaportes. La  inteligencia artificial y el blockchain también tendrían sendos roles en este nuevo paradigma. 

Materials passports-Best practice concluye con una mirada a las posibilidades que se abren con la implantación masiva de los pasaportes, como la capacidad de prever la futura demanda de materiales y componentes en un contexto espacial y temporal determinado, incluso a escala de ciudad y regional. Definitivamente, se trata de pasaportes para llegar muy lejos.