¿Qué cabe decir sobre los premios? Esta curiosa tipología de reconocimiento público, bajo todas sus formas, suscita entusiasmos y críticas por igual. Se puede argumentar desde muchos puntos de vista en contra y a favor de los premios. En este artículo hablaremos sobre los Premios Ciudades que buscan fomentar el desarrollo sostenible de las ciudades de España.
Tomemos el ámbito cultural cuyas peculiaridades abonarían más bien una visión crítica. Así, por ejemplo, si repasamos la lista de los premios Nobel de literatura de la primera mitad del siglo XX descubriremos que pocos, muy pocos laureados, han resistido el paso del tiempo y que algunas enormes figuras del pasado se han ido diluyendo con los años. En el caso del cine, por tomar otro ejemplo, es verdad que muchas películas premiadas hace décadas perviven en la memoria colectiva, pero, curiosamente, se puede constatar que filmes antiguos, todavía muy populares y visionados hoy en día, no fueron apreciados por ningún jurado en su día.
Los premios científicos respiran, por decirlo así, otro aire. Aunque aquí la popularidad no juega un papel importante, este tipo de galardones se basan en criterios más objetivables en comparación con los que se desarrollan en la esfera cultural, siempre sujeta a fuertes componentes personales y de otra índole.
Reconocimiento y proyección Premios Ciudades Sostenibles
El reconocimiento público, sobre todo cuando va acompañado de cierta liturgia y simbolismo, como ocurre con los premios, puede parecer a priori algo anclado fuertemente en la estética. Pero esta sería solo una vertiente del tema. La parte más esencial de los premios consiste en el hecho de que activan un mecanismo de proyección hacia la sociedad de una serie de realizaciones o decisiones que -más importante aún- se erigen en referencia o modelo para guiar la acción de una serie de destinatarios.
Si en el arte o la ciencia esta proyección ya tiene mucho sentido, en terrenos como el medio ambiente y la sostenibilidad, los premios aumentan en gran medida su interés, debido a que ayudan a divulgar experiencias y casos de éxito que, de otro modo, pocos conocerían, y que, gracias al reconocimiento, pueden convertirse en objeto de imitación, ayudando así a expandir sus aspectos positivos en diferentes contextos.
Así, premios como The transformative Action Award o los Procura Awards, otorgados por la organización de gobiernos locales para la sostenibilidad ICLEI, o European Green Capital, concedido por la Unión Europea, constituyen buenas plataformas de conocimiento de iniciativas ambientales destacadas.
En la misma línea cabría resaltar los European Mobility Awards, también concedidos por la Unión Europea, cuyos ganadores recibirían el premio en la edición de 2022 serán anunciados en marzo; o los Premios a las buenas prácticas locales por el clima que entrega la Red Española de Ciudades por el Clima. Siguiendo en España, el año pasado se creó el Premio Ciudades+Sostenibles cuyas categorías se corresponden en buena medida con los ODS de la Agenda 2030.
Los premios mencionados no corresponden a ninguna lista exhaustiva porque, si se tuvieran que citar todos los existentes, a partir de ahora este blog podría dedicarse de forma monográfica a glosar sus características entrada tras entrada.
Simplemente, se trata de constatar que la cantidad de reconocimientos públicos en forma de premio da la medida también de cuán importante es una determinada temática para la sociedad. De ello se deduce que la sostenibilidad y el cambio climático (y algunos de sus aspectos más que otros) han entrado de lleno en el mainstream.
The Circulars y su continuación
¿Y qué ocurre con la circularidad? Si bien es probable que algunos de los premios existentes incluyan aspectos relacionados con la economía circular, como parte del amplio concepto de la sostenibilidad, lo cierto es que no son tan abundantes los premios específicos dedicados a ella.
Si aplicamos el razonamiento anterior suceden dos cosas: la primera es que la sociedad podría tener más modelos y referentes de circularidad con más premios y, segundo, que la cuestión de la circularidad no forma todavía parte del mainstream, al menos en la misma medida que la sostenibilidad.
Un premio bien visible dentro de la economía circular es, por ahora, el Circular Award Program que da continuidad a The Circulars, un galardón que se otorgó entre 2015 y 2019 y que fue capaz de divulgar la existencia de más de 1500 casos de excelencia en este campo procedentes de todo el mundo. Su impulso se debe a una iniciativa de una conocida multinacional con el apoyo del World Economic Forum.
Está muy bien, pero necesitamos más premios locales, regionales, nacionales, y temáticos, para visibilizar la economía circular en el grado que merece.