Los incendios ponen en juego la función reguladora de la Amazonia
13/12/2022

Se reconoce la selva amazónica como el pulmón de nuestro planeta. Un pulmón que arde poco a poco y que, salvo que logremos frenar los constantes incendios a los que se ve sometido, nos dejará sin un órgano vital en pleno proceso de cambio climático.  

Una herramienta natural en la lucha contra el cambio climático 

El gran valor de la Amazonia para la Tierra es su vegetación. Se trata del bosque tropical más extenso del planeta, con siete millones de kilómetros cuadrados, repartidos entre nueve países. Sus árboles actúan como elemento regulador del aire, siendo capaces de absorber millones de toneladas de CO2 al año, esto contribuye a regular las lluvias y a limitar el calor en la atmósfera de nuestro planeta, mitigando los efectos del cambio climático.  

La Amazonia ofrece el ecosistema terrestre más biodiverso: el diez por ciento de todas las especies conocidas se encuentran en esta selva en la que de hecho aún existen especies desconocidas para los científicos, especialmente en áreas remotas. Pero también su vegetación guarda un valor que va más allá de su actividad medioambiental: más de 10.000 especies de plantas de la selva amazónica tienen ingredientes utilizados para el desarrollo de medicamentos, cosméticos e incluso para el control biológico de plagas. 

La selva del amazonas está gravemente amenazada por la acción de fuegos que no solo ponen en riesgo su papel regulador del medioambiente, sino que son capaces de generar un daño inversamente proporcional: los incendios que azotan el amazonas se convierten en una de las mayores fuentes de gases de efecto invernadero: el carbono procedente de la combustión se almacena en el bosque y se libera al aire, donde puede permanecer durante cientos de años y contribuir a un calentamiento global aún mayor.   

¿Por qué arde el Amazonas? 

Desde hace 12 años la Amazonia se ve expuesta de manera constante a la amenaza del fuego. Al problema ya grave de la deforestación por tala de árboles se suma un elemento más rápido y destructivo que este año ha logrado alcanzar una cifra récord, con más de 40.000 incendios tan sólo en la zona de la Amazonía brasileña. A continuación, analizamos las causas de estos fuegos: 

Según el Panel Científico por la Amazonía, una iniciativa convocada por la Red de Soluciones para el Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas (SDSN), los incendios podrían dañar irreparablemente la capacidad de la selva del Amazonas para protegerse contra el calentamiento futuro, si no frenamos los incendios y la deforestación la selva del Amazonas en el año 2050 podría comenzar a aportar más gases de efecto invernadero al aire de los que absorbe.