Las ciudades suponen intervenir de manera artificial en entornos naturales, lo que significa que, inevitablemente, se pone freno a procesos como el libre desarrollo de vegetación y vida animal, pero también a los ciclos naturales del agua. Cuando llueve en las ciudades, el agua encuentra multitud de superficies impermeables (un 80% del total de la ciudad) y desarrolla escorrentías que, además de aumentar el riesgo de inundación, arrastran contaminantes sedimentados en el suelo y los llevan a las redes fluviales. El drenaje urbano sostenible trata de ofrecer una solución a este problema.
¿Qué es el Drenaje Urbano Sostenible?
También conocido como Sistema Urbano de Drenaje Sostenible (SUDS), es una solución de drenaje de las aguas fluviales de las ciudades que, además, contribuye a hacerlas más sostenibles y a mejorar el paisaje urbano. El sistema de drenaje trata de facilitar que el agua sea recogida en el punto en el que cae (reduciendo así el volumen de escorrentías y el riesgo de atasco de las redes de saneamiento y de inundación).
Más allá de su función, la particularidad de estos sistemas es que en muchos casos se componen de vegetación, de manera que mejoran el paisaje urbano, haciendo las ciudades más habitables (estos drenajes suelen situarse en espacios públicos degradados) y contribuyen a evitar la inertización y desertización del suelo, el aumento de la temperatura en las ciudades (efecto isla de calor) y el deterioro de la calidad atmosférica.
El agua, que en otras circunstancias arrastraría elementos contaminantes, es retenida y puede ser redirigida al dominio público hidráulico o acumulada en depósitos, ya sea para su reutilización en sistemas de riego o para su infiltración en el terreno para recargar acuíferos.
Tipos de Drenaje Urbano Sostenible
En el desarrollo de los SDUS intervienen variables relacionadas con urbanismo, arquitectura, paisajismo y ecología. La unión de todas ellas ha logrado aportar multitud de soluciones de drenaje para las ciudades:
- Cubiertas ecológicas. Mediante cubiertas vegetadas constituidas por sistemas multicapa con celdas de drenaje, es posible cubrir tejados, terrazas y balcones, con vegetación que funcionará como aislante térmico para el edificio, al mismo tiempo que lo impermeabiliza y recoge el agua de lluvia para reutilizarla. Estas cubiertas son pequeños ecosistemas para la microfauna urbana que además pueden convertir los tejados en jardines o huertos urbanos.
- Jardines verticales. Permiten convertir las fachadas de edificios en superficies vegetadas que contribuirán a filtrar y descontaminar la atmósfera, reducir el efecto isla de calor, y embellecer el entorno. Al igual que las cubiertas ecológicas, ofrecen un espacio de desarrollo de aves y microfauna urbana.
- Pavimentos permeables. Un espacio pavimentado no tiene que ser necesariamente impermeable. Existen multitud de alternativas (vegetados, no vegetados, traficables, no traficables, continuos, discontinuos…) que no acumulan calor y contribuirán a drenar el agua. Equipados con celdas de drenaje estos pavimentos pueden recoger y gestionar el agua.
- Sumideros filtrantes. Son elementos esenciales a la hora de restaurar el ciclo hidrológico de las ciudades y gestionar el agua de forma eficiente. A través de filtros, los sumideros proporcionan un agua libre de sólidos y contaminación.
- Canales permeables. Los canales abiertos de hormigón para escorrentías de agua tienden a acumular residuos y carga contaminante, pero además aceleran la velocidad del agua. Sustituyéndolos por canales permeables (llenos de gravas, arena o tierra) es posible evitar el transporte de sólidos y frenar procesos de erosión y arrastre.
- Ecocunetas antivuelco. Las cunetas son elementos necesarios para el desvió de aguas de la calzada, pero también peligrosos en el caso de salidas de vehículos, ya que en muchos casos provocan su vuelco. Utilizando el mismo sistema que en los canales permeables se logra mantener sus ventajas y eliminar sus inconvenientes, al mismo tiempo que se convierten en espacio útil (tránsito peatonal, espacio de estacionamiento en caso de averías…).
Impacto de los Drenajes Urbanos Sostenibles en las ciudades
Pese a ser instalaciones muy localizadas, los SDUS tienen una gran capacidad de transformación de las ciudades. En primer lugar, nos encontramos con una gestión respetuosa de los ciclos naturales del agua tratando de emular la situación previa a la urbanización, lo que tiene un impacto a nivel medioambiental (mayor grado de naturalización, biodiversidad, reducción de la desertización del suelo y las temperaturas, reducción de la contaminación de las aguas fluviales -con el impacto que esto tiene en especies acuáticas-).
Por otro lado, hablamos de un elemento de protección civil, que previene de inundaciones, y de salud pública, ya que tiene la capacidad de depurar las aguas que recoge (que a su vez no arrastrarán elementos contaminantes a las aguas fluviales).
Por último, encontramos que contribuye a reforzar un modelo de economía circular, en este caso en el ciclo urbano del agua, que se recoge y gestiona preservando o restaurando su calidad para permitir usos posteriores (riego, baldeo, inodoros…), de ocio y deportivos, incluso paisajísticos (láminas de agua, cuerpos de agua, humedales) o su vertido a cauce.
La actual situación climática nos devuelve un panorama cambiante y extremo en el que contar con ciudades resilientes se vuelve esencial. Los Drenajes Urbanos Sostenibles nos ayudarán a gestionar lo mejor posible episodios con los que ya estamos familiarizados en los que se alternan lluvias torrenciales y calor extremo.