Para disfrutar plenamente de la naturaleza, y conocer todos los beneficios que nos aporta, es importante también preguntarse quién la gestiona y cómo se realiza esta responsabilidad cuando se trata de territorios públicos. Así, los montes públicos son un buen ejemplo de ello, y ahora estamos de enhorabuena porque acaba de nacer la Red Estatal de Montes Públicos, REMP.
¿Qué es un monte público?
Nuestros montes son muchos y de gran calidad. España tiene cerca de 28 millones de hectáreas de superficie forestal. Esto es nada menos que el 56% del territorio nacional. Para hacernos una idea de esta magnitud, según Eurostat, España es el tercer país con mayor masa forestal, sólo por detrás de Suecia y Finlandia.
De esta extensión de superficie forestal, algo más de ocho millones de hectáreas (el 28% del total de superficie forestal del país) son de titularidad pública. El 95,7% de estos ocho millones de hectáreas son lo que se denomina Montes de Utilidad Pública (MUP), siendo espacios fundamentales para mantener y proteger la biodiversidad.
La gestión de 321.000 hectáreas estos valiosos espacios naturales están en manos del Estado. Mientras que algo más de un millón dependen de los gobiernos autonómicos. Sin embargo, son las entidades locales las que gestionan la mayoría de los MUP en España, pues controlan más de seis millones de hectáreas.
La mayoría de los MUP están en Castilla y León, Aragón, Castilla-La Mancha y Andalucía, si bien es destacable el hecho de que existen MUP en las 17 comunidades autónomas.
Cómo funciona la red de montes públicos
La Red Estatal de Montes Públicos (REMP) es una entidad de reciente creación que ha nacido para mejorar el conocimiento y la gestión de los montes públicos de nuestro país. La Red, que se ha creado gracias a los fondos económicos del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR) y está gestionada desde la Fundación Biodiversidad, también desarrolla su trabajo para que exista un punto de encuentro entre todas las administraciones implicadas y para fomentar proyectos de bioeconomía forestal.
La adhesión a la REMP es voluntaria y está abierta a comunidades autónomas, cabildos, consejos insulares, diputaciones forales y ayuntamientos para «poner en valor el patrimonio forestal público, promover la gestión forestal pública y los bienes y servicios derivados, todo ello enmarcado en la lucha contra el cambio climático y la conservación de la biodiversidad», según rezan los principios de la entidad.
Retos y ventajas de los MUP
Esta nueva Red de los MUP españoles es una de las respuestas que se articula para afrontar los retos de los ámbitos rurales y de los ecosistemas naturales. Al tratarse de espacios públicos, la gestión puede estar muy enfocada a la protección ambiental y el bien común.
Impactos climáticos. Según datos del CSIC, más del 75% de la superficie forestal española está en riesgo de desertificación. El aumento de la temperatura y el cambio en los ciclos de la lluvia afectan muy negativamente a los ecosistemas forestales. Esto supone que podemos perder una de las herramientas más efectivas para combatir en cambio climático, tanto en mitigación como en adaptación.
Despoblación y generación de empleo. La explotación sostenible de los recursos de los MUP en el contexto de la bioeconomía forestal puede generar nuevas oportunidades económicas para los territorios, especialmente en los más despoblados y donde escasean las oportunidades laborales.
Conservación y restauración. La creación de la REMP es una buena oportunidad para avanzar en la protección de la biodiversidad de estos espacios públicos, impulsando proyectos de restauración y de sensibilización ambiental de la ciudadanía.