Acuerdo de París sobre cambio climático: Acuerdo Histórico
19/07/2018

El Acuerdo de París sobre cambio climático o conferencia sobre el clima en París de 2015 produjo un acuerdo histórico. Quizás no fue el mejor posible, pero si el más viable en aquel momento. Los compromisos adquiridos por 195 países -prácticamente la totalidad del planeta- superaron a los de las anteriores cumbres sobre el clima. Por primera vez se lograba un consenso global para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) con el objetivo de «mantener el aumento de la temperatura media mundial (a finales de siglo) muy por debajo de 2 °C con respecto a los niveles preindustriales, y proseguir los esfuerzos para limitar ese aumento de la temperatura a 1,5 °C con respecto a los niveles preindustriales” (artículo 2 del Acuerdo).

¿El acuerdo de París será suficiente?

Pero antes de que entre en vigor en 2020 ya existen serias dudas sobre si este Acuerdo será suficiente para lograr los objetivos que se ha marcado, sobre todo teniendo en cuenta la fuerte fase de incertidumbre en la que ha entrado la política internacional. Ante este panorama, una de las vías que cada vez va cobrando ante la pregunta de cómo evitar el cambio climático y reducir las emisiones es la implementación de la circularidad. Esta es la tesis central del documento Implementing Circular Economy Globally Makes Paris Targets Achievable elaborado por la organización Circle Economy y por la consultoría Ecofys, ambas holandesas.

El Objetivo París es la Economía regenerativa

En él se argumenta que las estrategias de economía circular ofrecen un conjunto escalable de oportunidades para lograr el objetivo de aumento de la temperatura a 1,5 °C con respecto a los niveles preindustriales. La clave, señala el documento, es desarrollar modelos de negocios para una economía que sea regenerativa y lo más libre de residuos posible, incluyendo medidas para reducir la entrada de materias primas en la producción, mejorando el uso de los activos existentes a través de la recuperación y reutilización, la extensión de la vida útil, y los modelos de intercambio y servicio con la ayuda de las plataformas digitales. Todo ello debería hacer posible “que los países encontraran fórmulas para reducir las emisiones mucho más allá de lo que han indicado en sus compromisos”.

Las políticas deben comprometerse con el Acuerdo de París en cuestión de emisiones

Los autores de este documento han realizado distintos cálculos y han establecido que el objetivo de 1,5°C de aumento de temperatura para finales de siglo solo es posible si las emisiones anuales mundiales de GEI se mantienen por debajo de los 39.000 millones de toneladas de CO2 equivalente en 2030. Las políticas comprometidas por los Acuerdos de París pueden lograr -según su estimación- reducciones de aproximadamente 12 millones de toneladas de CO2 equivalente lo cual queda aún bastante lejos de la cifra necesaria. En su estimación, la economía circular podría cubrir la mitad del gap existente entre 12 y 39. La otra mitad se podría llegar a cubrir con avances muy importantes en el uso de renovables y eficiencia energética y con reforestación.

Sectores clave

Implementing Circular Economy Globally Makes Paris Targets Achievable indica que, para obtener los resultados esperados, los sectores donde el cambio hacia la circularidad debería acelerarse son: la industria, la agricultura, la edificación, y el transporte. Otro dato fundamental que pone de relieve es que la mitad de las emisiones mundiales tienen que ver con los materiales. Este dato viene avalado también por una investigación realizada por la OCDE, que ha estimado que entre un 54% y un 65% de las emisiones mundiales están relacionadas con los materiales.

Ejemplos de economía circular

Este último aspecto es el que explica el papel decisivo de la economía circular en la reducción de las emisiones. Existen numerosos ejemplos que así lo demuestran. Es el caso del aluminio secundario o reciclado que demanda solo el 5% de la energía que se necesita para obtener aluminio primario. Esto tiene una clara repercusión en la reducción de las emisiones de GEI. También la organización Zero Waste Scotland apuesta por este tipo de argumentación ya que ha demostrado que el consumo de materiales es responsable de más de dos tercios del total de emisiones de GEI de Escocia.