Es una práctica ya recurrente señalar al sector de la construcción como un gran generador de emisiones de CO2 así como de residuos. Se estima que casi un tercio de los residuos que se producen hoy en la Unión Europea son el resultado de la actividad en este sector. Mediante este artículo vamos a conocer el gran cambio sistémico en la construcción del último siglo.
De todos modos, según la consultora la global Roland Berger, con implantación en 36 países y altamente especializada en estudios en profundidad sobre todos los sectores de la economía, el impacto ambiental de la construcción podría cambiar de forma radical. ¿Cómo? Abandonando el actual modelo de economía lineal y sustituirlo por uno basado en la economía circular.
Más concretamente, señala Roland Berger, la adopción de modelos de negocio innovadores en este sector supondrían una oportunidad de ampliación de mercado con un valor superior a los 600 000 millones de euros para 2025, con una tasa de crecimiento de dos dígitos.
Cambio cultural y tecnológico
Por tanto, el cambio que se propone no solo implica el uso de nuevos materiales más reciclables y saludables, sino un cambio cultural más profundo que dé lugar a nuevas formas de concebir los negocios, más allá de la mejora de algunos procesos, creando así un nuevo ecosistema de la construcción muy diferente del que hemos conocido hasta ahora.
La clave de esta transformación es la tecnología. Roland Berger apunta la importancia del uso de software avanzado al servicio de nuevos diseños. También, destaca el empleo de materiales renovables y reciclados, que al combinarse con nuevos métodos de construcción eficientes (con la inclusión de técnicas como la impresión 3D y la prefabricación), ayudarán a minimizar los impactos ambientales.
Sin olvidar el uso de los edificios, un ámbito en que las herramientas digitales pueden mejorar drásticamente la eficiencia energética y la utilización del espacio, además de permitir un mantenimiento predictivo inteligente que sirva para prolongar la vida útil del edificio. En lo referente al final de la vida útil, la generalización del upcycling hará que los materiales utilizados puedan seguir “retroalimentando” un sector, el de la construcción, que a lo largo del siglo XX, ha multiplicado por 23 su consumo de recursos naturales. El reto es cambiar esta tendencia en el siglo XXI.
10 modelos de negocio en el cambio sistémico de la construcción
Cada uno de los modelos de negocio que propone la consultora está basado en enfoques y tecnologías ya existentes en este momento. El interés de la propuesta radica en aquella vieja máxima de que el todo es algo más que la suma de las partes. No es lo mismo el desarrollo de iniciativas y modelos dispersos que su uso masivo y a la vez coordinado. En este último caso, la transformación global es posible. Este enfoque cobra especial importancia en un sector donde existe una estrecha relación entre todas las acciones y movimientos.
El primer modelo enunciado (aunque el orden no implica jerarquía) se basa en el green building design que, a través de la consultoría y la ingeniería, es capaz de reducir la huella ecológica de cualquier inmueble. El segundo en el software de diseño avanzado, que permite realizar todo tipo de simulaciones buscando la optimización en el uso de los recursos y elementos constructivos.
Los modelos tercero y cuarto se basan en el uso de materiales de construcción renovables y reciclables, mientras que el quinto hace hincapié en la reducción del flujo de materiales en una obra gracias a la prefabricación y a la impresión 3D. Les sigue el sexto modelo, que está orientado a la prevención de los residuos durante la fase de construcción, el séptimo, que también se centra en esta fase, pero en este caso haciendo énfasis en la eficiencia energética. El octavo se basa en el uso de los espacios construidos bajo el esquema de uso de espacios AaS (as a service) una modalidad bastante extendida en otros sectores.
Finalmente, los dos últimos modelos de negocio son: la extensión de la vida del edificio gracias a servicios digitales avanzados de mantenimiento predictivo (este sistema es el que permite también alargar la vida de máquinas y equipos industriales) y EOL (end of life), es decir, uno que se centra en cómo recuperar los materiales para su nuevo uso después de la demolición de un edificio.
La consultora Roland Berger deja muy claro -si bien no usa estas palabras- de que no estamos ante un cambio cosmético o superficial sino ante una transformación sistémica que, como tal, requiere una reconfiguración total de los actores en el sector, ya sean tradicionales o disruptivos.
En esta reconfiguración deberán aparecer nuevas alianzas y formas de colaboración. En cualquier caso, el movimiento es imparable porque es en esta transición donde se encuentra la futura rentabilidad, un cambio sistémico en la producción.