Carreteras sostenibles, poética circular en la carretera
23/02/2022

¿Qué son las carreteras sostenibles y circulares? En su día hablamos en este blog de las carreteras asfaltadas con plástico a partir de la pequeña experiencia de la ciudad gerundense de Banyoles. Con su modestia, esta aplicación señalaba una posibilidad de futuro para las necesidades de reciclaje del plástico y, a la vez, para el mantenimiento de las infraestructuras viarias creando carreteras inteligentes que ayuden a reducir las emisiones y contribuyan incluso a generar energía. Una doble diana.

Pero el plástico en las mezclas asfálticas era solo una posibilidad. De hecho, hay más. Junto al tradicional asfalto que cubre la mayoría de las autopistas y autovías del mundo -una mezcla de hidrocarburos y áridos cuyo componente principal es el betún, un subproducto del petróleo- están apareciendo distintas alternativas de materiales para ser usados en la construcción o reparación de vías de circulación, que se encuentran en fase de estudio, de incipiente aplicación, o incluso de una utilización más consolidada.

Una de estas alternativas es el uso del grafeno integrado en el firme, un material, como es sabido, con grandes prestaciones en electrónica, energía, medicina y una gran diversidad de sectores industriales. En 2021, se reasfaltó un tramo de un autopista británica A1 utilizando parcialmente grafeno. Las autoridades señalaron que las propiedades de este material podrían extender la vida útil de la superficie asfaltada aumentando su resistencia y reduciendo la necesidad de reparaciones.

También se han estudiado los posibilidades de las microalgas que, tras ser tratadas químicamente ofrecen unas propiedades similares a las del asfalto, con una gran capacidad de repeler el agua. La lignina, un polímero natural que se encuentra en las plantas leñosas y los árboles, es otra alternativa. Estas opciones han permitido que se hable con toda propiedad de bioasfaltos.

Polvo de neumático, el futuro de las carreteras sostenibles

Sin negar que todas ellas, incluida la del plástico, pueden tener un largo recorrido, de momento parece que el polvo de neumático es la opción que está tomando la delantera hacia el objetivo de conseguir carreteras renovables, tanto en zonas urbanas como interurbanas. Una de sus mayores bazas es que cuenta con unos cuantos años de historia en cuanto a su aplicación y ofrece resultados probados. En España hay más de 1.600 kilómetros de carreteras asfaltados con este material, por ejemplo.

El polvo de neumático se obtiene del caucho que anteriormente ha sido un residuo, concretamente un neumático al final de su vida útil. Este material muestra algunas ventajas indiscutibles: mejora la flexibilidad del firme, reduce la aparición de grietas y también disminuye el ruido de rozadura. Y, sobre todo, cierra el círculo de los neumáticos cuyo reciclaje es una necesidad importante debido a su impacto ambiental.

La entidad Signus promueve el concepto de carreteras sostenibles o circular empleando neumáticos fuera de uso para su reutilización (recauchutado) y para otras finalidades como la valorización energética, uso en campos deportivos, parques infantiles, construcción y también para las carreteras.

Signus fue creada en mayo de 2005 a iniciativa de los principales fabricantes de neumáticos, con la finalidad de dotar a los productores de un mecanismo que les ayudará a cumplir con las obligaciones que les marca el Real Decreto 1619/2005 sobre la gestión de neumáticos fuera de uso.

Que las carreteras se alimenten de parte del material constituyente de los vehículos que han transitado por ellas confiere una cierta poética al prosaico mundo de la circulación. Ya desde finales del siglo XX y sobre todo a principios del XXI, el automóvil y las infraestructuras asociadas a él se han convertido en una suerte de villanos ambientales para muchos. Pero gracias a los nuevos asfaltos, a las autopistas y carreteras de circunvalación capaces de cargar de vehículos eléctricos en ruta, y otras tecnologías insospechadas, como paneles solares integrados o pinturas fotosensibles, este triste papel podría tener los días contados.