Certificados de construcción sostenible
02/03/2022

Aunque el concepto de edificación verde se remonta a los años 70, los certificados de construcción sostenible  en la arquitectura data de los 90. Son tres décadas ya las transcurridas hasta hoy y,  a lo largo de ellas, han ido surgiendo herramientas que, haciendo énfasis en distintos aspectos de la edificación, han permitido objetivar y acreditar que un edificio cumple con una serie de características relacionadas con el medio ambiente y con otros aspectos de tipo social o de bienestar y salud.

Grosso modo se podría afirmar que las herramientas de primera generación se basaban fundamentalmente en un modelo centrado en el  cumplimiento de una serie de objetivos en forma de medidas y parámetros, mientras que en las de segunda generación se pasó a un análisis más profundo sobre el ciclo de vida de los materiales.

El aumento de la presencia de los certificados de construcción sostenible se debe a una combinación de factores coincidentes en el tiempo. Por una parte, la calidad ambiental ya forma parte del valor añadido que un edificio determinado posee en el mercado y otorga una distinción cualitativa cada vez más apreciada por los potenciales compradores.

En consecuencia, desde el punto de vista empresarial, la certificación es una vía para aumentar la competitividad y una forma de ser coherente con los criterios ESG. Por otra parte, la presencia de inversión extranjera en la construcción, comporta en ocasiones una mayor exigencia  en los estándares ambientales.

Pero también es cierto que algunos factores juegan en contra de la implementación de las certificaciones. Entre ellas cabría citar la falta de conocimiento y de conciencia sobre su importancia; o la percepción de que incrementa los costes y de que supone una carga añadida de dificultad que no compensa el esfuerzo. Con todo, en la última década, la certificación ha experimentado un gran avance en España.

Los sellos más importantes (BREEAM, LEED, WELL, DGNB, VERDE, CASBEE, EDGE, entre otros) han conseguido un gran prestigio por el rigor de sus procedimientos. Pero, aunque en diferente medida incluyen aspectos relacionados con la circularidad, existe la sensación de que se podría ir más allá en estos aspectos sin que esto menoscabe para nada el papel enormemente positivo jugado por la certificación.

Un nuevo marco de evaluación de los certificados de construcción sostenible

Bajo esta reflexión se ha impulsado LEVEL(S) que es un marco de evaluación voluntario para mejorar la sostenibilidad y conducir la demanda hacia mejores edificios impulsado por la Comisión Europea. Este marco tiene el objetivo de lograr un enfoque común en la Unión Europea para la evaluación de la sostenibilidad del entorno construido.

Un enfoque común implica unos  indicadores comunes basados en el análisis de ciclo de vida de los edificios. Desde la Comisión, el director general de Política Industrial y Análisis Económico, Gwenole Cozigou, ha dicho claramente que LEVEL(S) “es una de las vías para acercar los edificios a una economía circular. Ahora, su implicación es clave para proporcionar un programa que ofrezca a propietarios, microempresas, inversores e instituciones financieras la oportunidad de abordar los problemas de sostenibilidad. Nuestro desafío común es lograr que el sector lo acepte y lo adopte”.

LEVEL(S) pretende unir toda la cadena de valor del sector para que se utilice una misma terminología a nivel europeo. Sus promotores quieren que LEVELS sea una de las vías para acercar la edificación a la economía circular. El reto pasa por que el sector lo acepte, lo integre y lo adopte como práctica habitual.

En el documento relativo al proyecto denominado Actuación sobre el impacto total del sector de la construcción se afirma lo siguiente: “no será posible alcanzar nuestros objetivos relativos al clima y la economía circular a menos que abordemos el impacto total del sector de los edificios y de la construcción

LEVEL(S) se centra en un total de 6 puntos relacionados con el impacto ambiental a lo largo de todo el ciclo de vida de los inmuebles: emisiones de gases de efecto invernadero; eficiencia de recursos; uso del agua; salud y confort; resiliencia y adaptación al cambio climático; y coste y valor.

En el concepto de LEVEL(S) los cimientos de la edificación sostenible son la concienciación; el desarrollo de habilidades; las herramientas digitales; el diseño de políticas; y la certificación.

LEVEL(S) constata que las prácticas de edificación sostenible en Europa se han circunscrito a programas de certificación que, por otra parte, abarcan cientos de millones de metros cuadrados construidos. Pero al mismo tiempo sostiene que “la evaluación de la sostenibilidad en el sector europeo de la construcción en conjunto dista de ser la norma general. Además, la evaluación de todo el ciclo de vida no forma parte esencial de todos los programas de certificación, y convertirla en algo habitual es un desafío medioambiental esencial para el sector”.

El documento Actuación sobre el impacto total del sector de la construcción incluye diversos estudios de aplicación de esta herramienta que, en algún caso, se ha utilizado en paralelo con un método de certificación habitual. Queda, pues, demostrado que no existe incompatibilidad entre ambas vías.