Circularidad urbana en Europa: 4 tendencias y 6 acciones prioritarias
11/11/2024

Que Europa es el epicentro de las ciudades circulares a nivel mundial queda patente por la gran cantidad de proyectos que hay en marcha en muchas de sus urbes, desde las grandes ciudades hasta las localidades más pequeñas.

Junto a la neutralidad climática, la circularidad es el gran objetivo urbano, no sólo para la gestión de sus residuos, sino también en el impulso de acciones con empresas y ciudadanos para promover la reducción y el consumo responsable, la reutilización, la autosuficiencia en materia y energía, y la simbiosis industrial (lo que para unos sectores son residuos para otros son matera prima).

En Europa hay un grupo de ciudades que destacan especialmente en sus planes de circularidad. Todas ellas han sido agrupadas en la edición 2024 de la Circular Cities Declaration, promovida por ICLEI Europa, la Fundación Ellen MacArthur y Circle Economy. Este documento analiza más de 50 ciudades y destaca más de 200 acciones de circularidad urbana ya existentes.

Qué es la Circular Cities Declaration (CCD)

Se trata de un documento de compromiso al que se adhieren las ciudades que quieren promover la economía circular. Las urbes que firman la declaración reciben asesoramiento de las organizaciones impulsoras de la Declaración, pueden intercambiar conocimiento y experiencia con otras ciudades, y visibilizar su compromiso con la circularidad frente a otras administraciones públicas.

28 fueron las ciudades firmantes que “fundaron” esta iniciativa (entre ellas, la española Sevilla), pero ahora ya son más de 80. A la pionera Sevilla se le sumaron en España las localidades de Alcoy, Manresa, Murcia, Picanya, Rivas Vaciamadrid, Valladolid, Vistabella del Maestrat y Vitoria-Gasteiz, además de la comarca del Vallés Occidental.

En esta ilustre lista de las ciudades más circulares de Europa encontramos ciudades muy potentes, como Brujas, Praga, Copenhague, Helsinki, Región Metropolitana de París, Berlín, Budapest, Génova, Ámsterdam o Glasgow.

4 tendencias de la circularidad urbana

Gracias a la edición 2024 de la CCD, podemos diagnosticar el avance de la circularidad en las ciudades europeas, conocer buenas prácticas y analizar las principales tendencias:

1- Las ciudades están incorporando claramente y con un nivel alto de éxito los principios de la economía circular a través de planes y proyectos de diversa índole y escala.

2- Se está dando prioridad a la medición a través de indicadores y a la presentación de informes sobre los avances en economía circular para evaluar los resultados y orientar adecuadamente la toma de decisiones.

3- Hay una constatación sobre la relación directa existente entre economía circular y la regeneración de la naturaleza, tanto en las ciudades y sus entornos como a nivel global.

4- Las ciudades están aprovechando el potencial de la economía circular para avanzar también en sus planes climáticos y de descarbonización, así como en sus estrategias de resiliencia y adaptación.

6 acciones prioritarias

Basándose en la experiencia de las ciudades analizadas en el CCD 2024, emergen con claridad seis acciones prioritarias para todas aquellas ciudades que quieren avanzar en el camino hacia la economía circular:

1- Trabajar con información contrastada y obtenida a través de métricas fiables. Los beneficios de la economía circular son el mejor argumento para justificar las inversiones en circularidad, porque reduce los residuos, mejora su gestión y mitiga las crisis globales ambientales, como el cambio climático o la pérdida de biodiversidad. Es importante que los indicadores sean compartidos por todas las ciudades para así poder comparar realidades y detectar soluciones comunes.

2- Avanzar en todas las fases que nos propone la economía circular. Sin olvidar el reciclaje, es necesario reducir las emisiones asociadas al consumo y el insumo de materias primas, además de promover la reutilización y el ecodiseño (no sólo de objetos y bienes, sino también a escala urbana). La ciudad regenerativa tiene en la economía circular una gran aliada.

3- Transversalizar la circularidad en todos los estamentos públicos (y público-privados) para poder desbloquear más rápido los recursos necesarios. La economía circular se tiene que entender como una parte fundamental del Plan Estratégico de la ciudad porque afecta a todos los servicios y elementos urbanos. No en vano, la circularidad está muy presente en la Nueva Agenda Urbana de Naciones Unidas y en la Agenda Urbana Europea (también en la española). Esta transversalidad hará que la circularidad se comprenda mejor en los gobiernos locales y facilitará el acceso a fondos de financiación.

4- Desarrollar procesos de innovación tecnológica para crear un ecosistema urbano basado en las tecnologías habilitadoras digitales (IoT, Big Data, Inteligencia Artificial, Machine Learning, etc.), así como todo el potencial de la generación 5G de telefonía móvil. Solo así se podrán aplicar soluciones circulares sistémicas y liberar todo el potencial que concentra la economía circular.

5- Incorporar los planes de economía circular en la relación de los gobiernos locales con otros niveles de la Administración pública (regional, nacional y europeo), los agentes financieros y las empresas, avanzando en aspectos claves como la fiscalidad, la reducción de costes o los sistemas de Responsabilidad Ampliada del Productor.

6- Vincular plenamente la economía circular con la naturaleza. Es clave mapear las infraestructuras verdes de la ciudad e invertir lo necesario para ampliarlas. Es clave la medición de la huella ambiental de la ciudad y los impactos de las emisiones de gases de efecto invernadero, porque la economía circular se aplica también a sectores urbanos intensivos en carbono como la movilidad o la construcción.