El continente europeo es el epicentro de la economía circular. La tasa de circularidad de la UE en 2022 fue del 11,5%, que, si bien es la mejor cifra de todas las regiones del mundo, todavía está lejos de alcanzar el objetivo de duplicarse para 2030. Parte de este camino se recorre en las ciudades, porque es en ellas donde se consume más del 65% de la energía y una gran parte de los recursos. También es donde se genera buena parte de los residuos de un país.
La UE quiere territorios circulares
Sin ciudades circulares no habrá países circulares (cerca del 75% de los europeos viven en ciudades). Lo sabe bien la Unión Europa y, por ello, tiene en marcha múltiples estrategias y plataformas para promover la circularidad urbana. De entre todas ellas, destaca la Iniciativa de Ciudades y Regiones Circulares (CCRI), que forma parte del Plan de Acción de Economía Circular de la UE y que impulsa iniciativas en ámbitos como la simbiosis industrial, la bioeconomía, la gestión de residuo, la alimentación y la construcción.
La CCRI tiene 12 territorios que fueron seleccionados tras una convocatoria de manifestación de interés en 2022 por su alta capacidad y potencial en circularidad. Entre ellos, están regiones como Flandes, Tampere y Castilla y León (por su Estrategia de Economía Circular aprobada en 2021), y las ciudades de Upsala, Roubaix, Múnich, Gotemburgo y Guimaraes, entre otras.
Pero hay otras muchas ciudades implicadas en los actuales 19 proyectos del CCRI. Por ejemplo, Hamburgo, Hannover, París y la región malagueña de la Axarquía desarrollan el plan P2Green para convertir en circular la relación rural-urbana en el sector de la agroalimentación, mientras que el Área Metropolitana de Oporto, Bergen y la Región de Murcia trabajan en el proyecto HOOP para impulsar en las ciudades la valorización de biorresiduos de aguas residuales.
Más allá de las estrategias que impulsan desde la UE la circularidad urbana, hay una serie de ciudades que destacan por sus estrategias y objetivos. Son las ciudades europeas “top” en materia de economía circular. Estas sin algunas:
Ámsterdam
Es una veterana europea implementando procesos de economía circular. Todo comenzó con los programas “Amsterdam Circular: Learning by Doing” y “Circular Innovation Programme 2016-2018”, que se basan en el “Amsterdam Circular: Vision and Roadmap”. Actualmente, la ciudad tiene en marcha su Estrategia Circular 2020-2025, cuyo principal objetivo es reducir el volumen de nuevas materias primas que entran y se usan en la ciudad en un proceso de desmaterialización urbana. La meta de esta estrategia es reducir en un 50% el uso de nuevas materias primas para 2030 y lograr una ciudad completamente circular en 2050.
Copenhague
La capital danesa quiere ser neutra en carbono en 2025 y cuenta con un Plan de Acción Climática, que incorpora la economía circular como un vector imprescindible. La visión de su Plan de Investigación y Gestión de los Residuos es que los materiales circulen durante largos períodos de tiempo en el ciclo económico, reduciendo así las emisiones de C02, y la “Circular Copenhague” (RAP24) tiene tres objetivos, entre los que destacan alcanzar el 70% de reciclaje de los residuos urbanos y triplicar la tasa de circularidad este mismo año 2024.
Friburgo
Esta ciudad alemana, conocida por ser el epicentro del ecologismo, está integrada en el Greencycle del Espacio Alpino de la UE-Interreg y está desarrollando su Estrategia de Economía Circular con 12 puntos, como promover los productos circulares, invertir en infraestructuras para la circularidad, fomentar la compra pública innovadora y circular, y seguir reduciendo la generación de residuos (ya tiene la tasa más baja de toda Alemania). También destacan proyectos para la reutilización como la “Copa de Friburgo” (una taza de café reutilizable que se regala en los cafeterías y restaurantes) y la Marktsäckle, una bolsa fabricado con PET reciclado y reciclable que se puede adquirir en todos los establecimiento de alimentación.
Grenoble
Entre todas sus iniciativas circulares destaca, especialmente, Fabricanova, una sociedad cooperativa, que forma parte del Plan Director de Reutilización/Reparación del Área Metropolitano de Grenoble, enfocada a crear un polo metropolitano dedicado a la economía circular. Tiene como objetivos fortalecer el desarrollo de iniciativas locales y hacer que las soluciones de economía circular sean accesibles para todos.
Glasgow
Tras el éxito de su Plan Circular 2020, la ciudad sigue desarrollando proyectos, como Zero Waste Scotland con el Servicio de Apoyo a Empresas de Economía Circular o el Fondo de Inversión de Economía Circular, y está en condiciones de afirmar que será 100% circular en 2045. Esto significará, entre otros hitos, cero emisiones y cero residuos en vertedero. Todo este proceso está liderado especialmente por el Gobierno local y por la Cámara de Comercio de la ciudad, con más de 50 casos de éxito en economía circular.
Gran París
En 2021, los gestores del llamado Gran París (Metropole du Gran París) anunciaron el desarrollo de su Primera Estrategia Circular. Desde entonces se han lanzado proyectos como la plataforma digital colaborativa Grandpariscirculaire.org, en colaboración con el Centro Internacional de Recursos e Innovación para el Desarrollo Sostenible (CIRIDD) y el Instituto Nacional de Economía Circular (INEC), la Cátedra Internacional de Economía Circular y Metabolismo Urbano, que tiene como objetivo desarrollar herramientas de toma de decisiones en apoyo de la Estrategia de Economía Circular del Gran París, y la Carta Metropolitana para la Construcción Sostenible.