El comercio online se ha consolidado en los últimos años como una fórmula de consumo con una fuerza imbatible. En tan solo 10 años, las ventas online en nuestro país pasaron de 2.000 millones de euros a casi 17.000. La rapidez y la eficiencia del comercio electrónico no dejan lugar a dudas, ha venido para quedarse. Pero, ¿qué efectos tiene este modelo sobre el medioambiente?. Descubre cuáles son los impactos en el medioambiente que tiene el comercio online.
Impacto del comercio online sobre el medioambiente
A la hora de analizar el impacto medioambiental que tiene la compra online existen dos focos principales: transporte y empaquetado.
La globalización ha tejido unas redes comerciales hasta ahora impensables. En cuestión de días, podemos recibir cualquier tipo de producto fabricado en la otra parte del mundo. Esto es posible gracias a redes en las que intervienen barcos, aviones, camiones y, en última instancia vehículos de reparto. Esto, inevitablemente, significa un aumento de las toneladas de CO2 emitido a la atmósfera, y supone un reto mayor en el denominado reparto de última milla o ultimo kilómetro, (la última fase del reparto de paquetería en la que el producto llega al consumidor final), que contribuye en un 30% a la emisión de gases contaminantes en las ciudades.
El embalaje de los productos es un elemento indispensable para el comercio online. Un correcto empaquetado garantizará la recepción del producto en condiciones óptimas.
El reto de la sostenibilidad en el comercio online
En base a todo lo anterior, es evidente que el comercio electrónico enfrenta un reto de sostenibilidad que ya está sobre la mesa.
En lo referente al transporte la Ley 7/2021, de 20 de mayo, de cambio Climático y de Transición Energética establece que las empresas deberán declarar sus emisiones de gases con efecto invernadero (GEI), y al mismo tiempo publicar un plan de compensación específico para reducirlas.
A efectos prácticos, esto se traduce en una buena gestión de las flotas de vehículos (que incluye una puesta a punto de estos para garantizar un funcionamiento eficiente) y la renovación hacia vehículos híbridos o menos contaminantes (eléctricos o alimentados por gas).
Otro reto es la búsqueda de rutas de reparto más eficientes (más directas y que supongan menos kilómetros) y el establecimiento de horarios de descarga que reduzcan los tiempos de espera de vehículos y conductores, y al mismo tiempo permitan una mejor gestión de los muelles. La carga completa de los vehículos es otro punto importante, siendo el objetivo optimizar el espacio de transporte tanto a la ida como a la vuelta.
En cuanto al empaquetado, el futuro apunta inevitablemente hacia la sostenibilidad, lo que implica por un lado usar menos cantidad de material de embalaje y, por otro, que el que se use sea reciclable y que utilice la menor cantidad posible de productos nocivos para el medioambiente (blanqueantes, tintas…). Asimismo, la reutilización y maximización de los envases deben ser premisas para cualquier comercio digital.
Actualmente, los esfuerzos de I+D+i que se están haciendo por parte de empresas y organizaciones para lograr embalajes sostenibles presentan una perspectiva muy positiva. En este sentido, TheCircularLab se suma a esta apuesta por el ecodiseño, promoviendo investigaciones para desarrollar los envases del futuro, con el objetivo de reducir la huella ambiental y hacerlos lo más sostenibles posible.