Cosmética sostenible: cuidado personal respetuoso con el medio ambiente
20/02/2024

Los expertos no tienen dudas: la sostenibilidad es la tendencia que va a marcar, aún más si cabe, el futuro del sector de la cosmética durante los próximos años. Al igual que otros muchos sectores de actividad, la industria cosmética ha visto con claridad que la protección ambiental, el recorte de sus emisiones de C02 o la reducción en el uso de elementos químicos son los mejores caminos paran ofrecer productos más sostenibles. Además, los consumidores, cada vez más comprometidos y sensibilizados con los temas ambientales, son los que demandan este tipo de productos.  

Nos gusta cuidarnos. De media, usamos al día entre ocho y diez productos de cosmética o perfumería, según un estudio de STANPA (Asociación Nacional de Perfumería y Cosmética). Son productos que consumimos todos y de forma continuada. Su huella ambiental es importante y ahora se trata, precisamente, de reducir esta huella y su impacto.  Esto no es un tema menor, porque el sector mueve en España 9.250 millones de euros al año, pues el gasto es de 185 euros por persona y año. 

No obstante, hay que diferenciar entre varios tipos de cosmética que a veces se mezclan o confunden: 

Claves de la cosmética sostenible  

Las empresas que fabrican productos de cosmética natural tienen una serie de objetivos y protocolos a lo largo de todo su ciclo de vida.  

Ingredientes. se intenta utilizar productos de origen natural, dado que son renovables y biodegradables. Y si son de cultivos ecológicos, mucho mejor.   

Elaboración. máxima eficiencia en el uso de las materias primas, evitando pérdidas en el proceso de fabricación. Se tienen en cuenta los consumos de agua y energía durante el proceso de producción, así como los residuos generados para su correcto tratamiento.   

Envases. es clave para gestionar correctamente la huella ambiental del producto. Se usan envases que sean reciclables al 100% y que contengan el máximo posible de material procedente del reciclaje. Llevan su correspondiente “punto verde”, lo que indica al consumidor final de que tendrá que depositarlo en los contenedores amarillos o verdes para su posterior reciclaje.   

Impacto ambiental. es importante calcular el impacto que tiene en el medio ambiente el uso de los productos por parte del consumidor, por ejemplo en ríos o mares. Se intentan usar fórmulas biodegradables y que no incluyan sustancias tóxicas para el entorno natural. Además, se organizan campañas temáticas para determinados productos. Es el caso de “ToallistasBienTiradas”, que promueve el uso responsable de las toallitas para evitar que terminen atascando las redes de saneamiento de agua urbana. Otra medida importante es el compromiso de la industria de la cosmética por reducir los microplásticos en sus productos.   

En casa, pero también en hoteles  

Normalmente, asociamos el uso de cosméticos y productos de higiene personal con nuestros hogares, que es donde os usamos a diario. Pero hay otros espacios donde también los utilizamos. Hablamos de los hoteles y alojamientos turísticos. Las empresas fabricantes y este tipo de establecimientos están colaborando para desarrollar productos más innovadores y sostenibles que minimicen el impacto ambiental.  

En concreto, se está trabajando en los productos de cortesía que nos encontramos en el baño de los hoteles, cambiando los productos de un solo uso por otros de múltiples usos, reduciendo el número de envases y la huella ambiental.   

La cosmética sostenible con los ODS  

El avance de los compromisos ambientales y sociales está permitiendo a la industria de la cosmética adecuarse más a los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible, ODS, aprobados por Naciones Unidas para 2030.   

Concretamente, los avances en sostenibilidad del sector de la cosmética están muy vinculados con el ODS3 sobre cuidado de la salud y bienestar, el ODS5 que se refiere a la igualdad de género (no olvidemos que la cosmética sostenible también tiene metas en la faceta social), el ODS6 sobre agua o el ODS13 relativo a la acción climática y la reducción de emisiones de C02.