Los bosques ocupan el 31% de la superficie terrestre (unos 4.000 millones de hectáreas), son la fuente de subsistencia económica de un 25% de la población (unos 2.000 millones de personas), generan entre el 13% y el 35% del empleo rural y acogen el 80% de la biodiversidad del Planeta. Además, son los grandes sumideros de dióxido de carbono (actualmente, retienen 662.000 millones de toneladas de carbono) y proporcionan la mayor parte del oxígeno que todos necesitamos, además de materias primas, alimentos y espacios para acoger fauna y flora.
Los bosques actúan de barreras naturales frente a los impactos del cambio climático, como el aumento el nivel del mar, la erosión del suelo o las inundaciones que producen deslizamientos de tierra o avalanchas, así como de los incendios, porque un bosque sano y diverso en especies es un magnífico cortafuego.
Servicios ecosistémicos
Los bosques nos ofrecen algunos de los más importantes servicios ecosistémicos que el ser humano necesita para la vida. Albergan cerca del 80% de los animales y plantas del Planeta y posibilitan procesos tan cruciales como la polinización, la dispersión de semillas y la fertilidad del suelo. También, juegan un papel clave en la protección de los recursos hídricos, pues gran parte del agua potable se produce en los bosques, y son un espacio natural donde se desarrollan regularmente actividades culturales, deportivas y de ocio.
Gracias a su capacidad de retener nutrientes y albergar organismos como lombrices, hongos o bacterias, los bosques previenen la aparición de plagas y enfermedades, y regulan la contaminación ambiental. Tener bosques sanos también es una garantía para preservar la salud humana.
Un reciente estudio del proyecto Comfor-Sudoe ha enumerado y catalogado los beneficios que nos aportan los bosques, concretamente los del sur de Europa en Francia, España y Portugal. La lista se compone de 68 beneficios, de los cuales están vinculados con el aprovisionamiento de bienes y servicios (madera, producción de energía, corcho, resina, frutas, setas, miel, polen, etc.), 23 son de regulación ecosistémica (captura de C02 y contaminantes, control, de la erosión, etc.) y 16 tienen que ver con aspectos culturales (observación de aves, beneficios terapéuticos, senderismo, etc.).
¿Cómo están nuestros bosques?
La fuente más completa de información sobre los bosques es la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés). Su informe “El estado de los bosques del mundo” es una radiografía que se actualiza regularmente sobre qué ocurre en nuestros bosques, cuáles son sus principales amenazas y qué medidas se están tomando para protegerlos.
Según este informe, que basa sus análisis en el contexto de la llamada Declaración de Glasgow sobre los Bosques y el Uso de la Tierra, y en el compromisos adquirido por 140 países para frenar la pérdida de zonas boscosas antes de 2030, hacen falta tres acciones de manera urgente: detener la deforestación, restaurar las tierras degradadas y ampliar los sistemas agroforestales. Pero la situación no es nada halagüeña.
Entre 1990 y 2022 se perdieron 420 millones de hectáreas de bosque debido principalmente a la deforestación. Las plantaciones forestales suponen el 7% de la superficie forestal (unos 294 millones de hectáreas) y aumenta sobre el 1% anualmente. Solo el 18% de la superficie forestal está protegida en zonas legalmente establecidas. Sobre el 73% son de propiedad pública, mientras que el restante 27% es de propiedad privada.
El 90% de la deforestación se produce por la expansión de la actividad agrícolas, seguido de los impactos del cambio climático y los incendios. De seguir así, se calcula que entre 2016 y 2050 se acabarán deforestando 289 millones de hectáreas solamente en los trópicos, donde estos espacios naturales son especialmente sensibles al aumento de las temperaturas y los cambios en los ciclos de la lluvia.
¿Quién tiene más bosques?
Cuando pensamos en un bosque nuestra mente viaja automáticamente a la Amazonía brasileña o la isla de Borneo. Y es lógico, porque son países tropicales con enormes extensiones de territorio. Más de la mitad de los bosques del mundo, concretamente el 54%, se concentra solo en cinco países: Rusia, Brasil, Canadá, Estados Unidos y China. Le siguen la República Democrática del Congo, Australia, Indonesia, Perú e India. Tenemos que ir hasta el puesto 21 para encontrar un país de Europa occidental: Suecia.
No obstante, los países que más superficie de su territorio tienen cubierto por bosques son Surinam (95%), Gabón (89%), Laos (81%), Finlandia (73%) y Papúa Nueva Guinea (72,5%).