El día de la Deuda Ecológica
25/11/2022

Científicos y expertos en medioambiente llevan años alertando de la incapacidad de la Tierra para satisfacer nuestras necesidades de consumo. Fruto de esta preocupación surge el día de la deuda ecológica, que señala la fecha en que hemos agotado los recursos estimados para un año. En 2022 esta alerta saltó el día 28 de julio, lo que significa que sólo durante este año hemos contraído una deuda con el planeta de 156 días.  

Consecuencia directa de nuestras economías 

El origen del día de la deuda ecológica está en la década de los 70, cuando se detectó que los hábitos de consumo de la especie humana superaban la capacidad de regeneración del planeta.  

La deuda ecológica es consecuencia directa de nuestras economías, que funcionan siguiendo un esquema Ponzi (propio de la estafa piramidal), el problema es que en este caso el estafado es nuestro planeta: el consumo de recursos es tan acelerado que a día de hoy somos capaces de agotar en un año los recursos de 1,7 Tierras. Al ritmo actual,  se prevé que a mediados de este siglo nuestros hábitos de consumo alcancen los recursos de dos planetas Tierra por año.  

Todo esto significa, por un lado, que nuestro planeta no puede regenerarse y, por otro, que estamos comprometiendo los recursos de generaciones futuras, agravando la situación de deuda ecológica que ya llevamos décadas manteniendo.  

Esta situación de sobreexplotación tiene consecuencias que ya estamos viviendo a nivel medioambiental: la huella de carbono, la contaminación ambiental, el calentamiento global, el cambio climático, la destrucción de ecosistemas y la extinción de especies son algunos de los más evidentes.  

Pero también encontramos consecuencias a nivel económico. Cuando un recurso natural empieza a dar muestras de agotamiento su precio en el mercado aumenta, y con él los de los productos asociados: si sube el precio de la gasolina, suben los precios de todos los productos que requieren transporte y esto, inevitablemente, trastoca la economía a todos los niveles. 

Los límites de explotación del planeta 

Aceptar que los recursos de nuestro planeta son finitos es la gran asignatura pendiente. Estamos siendo testigos a través de los primeros signos de agotamiento de recursos, pero sólo entendiendo que existen unos límites (y que los estamos sobrepasando año tras año), podremos alcanzar un modelo económico en el que la sostenibilidad y la regeneración sean premisas fundamentales. 

Si bien ahora mismo puede parecer imposible, lo cierto es que Global Footprint Network, la organización que respalda el día de la deuda ecológica y que se encarga de la medición de la biocapacidad (o capacidad de regeneración biológica) y la huella ecológica (nuestra demanda de recursos), detectó que, debido al confinamiento de 2020 asociado a la pandemia por COVID, se retrasó un mes la fecha de deuda ecológica, algo que sencillamente demuestra que es posible hacerlo.  

Por supuesto, la propuesta no es volver a situaciones extremas sino descubrir el denominado poder de la posibilidad, que defiende que aún existen multitud de variables sobre las que podemos intervenir para retrasar cada año un poco más la fecha del día de la deuda ecológica, todas ellas se agrupan en cinco categorías: planeta saludable, ciudades, energía, alimentos y población. 

Tenemos la suerte de vivir en un planeta en el que la producción de recursos naturales es abundante, sólo es necesario alcanzar un consumo equilibrado. La propuesta no pasa por vivir en la incomodidad, ni por una transformación radical, sino por la adaptación y una transición a nuevos modelos circulares en los que se garantice el bienestar de nuestro principal medio de vida: el planeta Tierra.