Pedro del Cura Sánchez, alcalde de Rivas Vaciamadrid: “La economía circular exige un gran esfuerzo a las administraciones públicas, en especial a las locales”
21/01/2022

Rivas Vaciamadrid es un municipio, que situado en el sureste de la Comunidad de Madrid y con más de 90 mil habitantes, tiene una clara apuesta por el fomento y la protección del medio ambiente. Su alcalde, Pedro del Cura Sánchez, comparte con nosotros su visión sobre la economía circular, cómo están apostando por ella desde la gestión pública de este municipio y qué herramientas ponen a disposición de la ciudadanía para su desarrollo.

¿Qué medidas se están implantando desde el Ayuntamiento para que los ciudadanos puedan contribuir al desarrollo de la economía circular?

Desde el Ayuntamiento hemos iniciado un Plan de Economía Circular, al que hemos llamado ‘Con R de Rivas’, que desarrollamos después de poner en marcha una Estrategia de Residuos Cero, cuyo objetivo era el de reducir la cantidad de residuos generados en el municipio. Para desarrollar este plan contamos con un proceso participativo que implique a los distintos sectores sociales y ciudadanía en su desarrollo.

Este plan está enfocado de manera que la población ripense tenga distintas opciones para implicarse en la economía circular en el municipio. Uno de los objetivos principales es el de reducir los residuos finales, es decir, lo que acaba en un vertedero. Para lograrlo, es necesario disponer de varias estrategias que puedan responder a la realidad de cada ripense, mejorando la segregación de los residuos a la vez que aumentas la implicación de la ciudadanía. De este modo, habrá quien prefiera acercarse cada cierto tiempo al punto limpio a depositar los residuos que ha ido acumulando durante semanas, y habrá quien prefiera aprovechar sus desplazamientos cotidianos para pasarse por los minipuntos limpios o los puntos limpios de proximidad.

Respecto a la materia orgánica, de igual modo, hemos diversificado las opciones y contamos tanto con posibilidad de compostaje como con recogida de bioresiduos. En cuanto al compostaje, puede ser tanto domiciliario como comunitario. Por otro lado, respecto a la recogida, iniciamos el pasado mes de junio un ambicioso proyecto piloto del quinto contenedor en diferentes viviendas de la ciudad, y cuyos primeros resultados están siendo muy esperanzadores de cara a extenderlo a otras zonas del municipio. Estamos, además, obteniendo una calidad del residuo muy buena, con muy pocos impropios, un 3% de media.

Hemos hecho todo esto sin olvidar que lo prioritario en las acciones planteadas para contribuir al desarrollo de la economía circular es la prevención, principio que debe gobernar cualquier actuación en la gestión de los recursos y la clave en el ámbito de la economía circular: el mejor residuo es el que no se genera, proponiendo iniciativas enfocadas a la reparación, la reutilización y el consumo responsable.

¿Cómo está enfocando el Ayto. de Rivas Vaciamadrid su estrategia de economía circular?

Dentro del Plan de economía circular ‘Con R de Rivas’ hemos promovido numerosas iniciativas enfocadas a la recuperación de residuos para reciclaje, a través de una importante red de puntos limpios (fijos, móviles, de proximidad, minipuntos), para favorecer la colaboración de la ciudadanía y evitar en lo posible el residuo que va a vertedero. También en cuanto a la materia orgánica, como he comentado anteriormente, con las compostadoras comunitarias y domiciliarias o el quinto contenedor. Mencionar también la Recogida de Materia Orgánica del Mercadillo municipal, promoción de talleres para la reutilización textil, recogida de aceite en fiestas, instalación de máquinas de vending sostenible, recogida separada de tapones, de cápsulas de café, etc.

A este primer plan de acción se incluirán progresivamente otras medidas en otros ámbitos: energía, transporte, edificación, planteamiento urbano, etc. De este modo, iremos sentando las bases institucionales para conseguir la progresiva reducción de emisión de gases de efecto invernadero al tiempo que avanzamos en la transición hacia la economía circular 2030.

¿Cómo se puede contribuir a una economía circular desde la gestión pública?

A cada nivel de la Administración pública le corresponde contribuir de una u otra forma, sea generando normativas, impulsando económicamente iniciativas encaminadas a cumplir esa normativa o poniendo esas iniciativas en marcha para el uso directo de la población. Pero hay múltiples competencias que tiene la gestión pública a este respecto.

Los Ayuntamientos tienen un papel fundamental para contribuir a este cambio de paradigma a través de decisiones sobre la gestión pública que afecta tanto al territorio como a sus habitantes y a las actividades que en él se realizan. Y dentro de las competencias municipales hay muchas relacionadas con la gestión de los recursos sobre los que se puede aplicar criterios y estrategias de economía circular tanto en las fases de diseño como de implementación, como por ejemplo en la recogida de sistemas de recogida selectiva, uso de energías renovables en instalaciones municipales, creación de puntos limpios, tratamiento de restos orgánicos mediante el compostaje doméstico y domiciliario, etc.

Otras posibilidades son la creación de plataformas de colaboración entre entidades públicas y privadas, promoción de empleos verdes, establecimiento de asistencias técnicas, de asesoramiento y formación para aquellas entidades empresariales pudieran requerir, ayudas económicas, creación de convenios de colaboración con organizaciones sociales, etc.

Finalmente, la administración local está muy cerca de la ciudadanía, que al fin y al cabo es el consumidor final de productos y servicios; receptor de casi la totalidad de las actuaciones municipales lo que facilita al Ayuntamiento a la hora de difundir, sensibilizar y fomentar un consumo más sostenible, a la vez de predicar con el ejemplo a la hora de poner en marcha cualquier actuación municipal. Para ello, son muchas las ocasiones en las que el Ayuntamiento promueve e impulsa iniciativas ciudadanas, campañas de información y sensibilización con centros educativos, población local y entidades empresariales, jornadas de debate e intercambio de experiencias con la ciudadanía, creación de espacios de intercambio como mercadillos de productos agroecológicos o creación de huertos urbanos.

¿Cómo deberían afrontar los Ayuntamientos las próximas exigencias legislativas en materia de economía circular?

La economía circular propone un cambio de modelo que exige un gran esfuerzo a las administraciones públicas, en especial a las locales, que va a obligar a establecer una implicación y cooperación de todos los agentes locales, desde las administraciones, los agentes sociales, agentes económicos, partidos políticos, sindicatos y ciudadanos.

Los Ayuntamientos somos la administración más cercana y más en contacto con la ciudadanía, y somos quienes traducimos esas exigencias legislativas en herramientas concretas. Es fundamental que el ayuntamiento conozca su municipio y sus necesidades, porque no es lo mismo cumplir con la reducción de residuos en una población de 5.000 habitantes en un entorno rural que las de una población de 90.000 de un área urbana.

Conocer qué necesitan sus habitantes para poder responder a esas exigencias es el paso principal para poder afrontar esos retos legislativos. Esto  permite adaptar a nuestra realidad las apuestas por la prevención, sensibilización e información a la ciudadanía y al tejido empresarial y social del municipio y la revisión de la normativa existente, con el objetivo de replantear la situación y establecer el enfoque a seguir de cara a incrementar la segregación en origen, facilitando a la ciudadanía la posibilidad de contribuir a separar lo mejor posible las diferentes fracciones de residuos para facilitar el reciclado y reutilización de los mismos, así como implantar un modelo fiscal capaz de favorecer a quien menos residuos genera y penalizar a quien más contamina.