Uno de los grandes retos que afronta el reciclaje es el de los pequeños plásticos: elementos que debido a sus reducidas dimensiones y características tienen más posibilidades de quedar fuera de la cadena de reciclaje. Con este problema sobre la mesa, Nestlé, a través de Nescafé Dolce Gusto ha creado una plataforma que se plantea como objetivo promover la sostenibilidad, la economía circular y el reciclaje de los plásticos de pequeño tamaño en España.
Un reto para el sector del reciclaje
El reciclaje de pequeños plásticos es un desafío que la Alianza para el Reciclaje de los Pequeños Plásticos (ARPP) se plantea resolver.
Encontramos dos grandes obstáculos en este tipo de elementos: por un lado, encontramos la particularidad de los plásticos multicapa o plásticos multimateriales, que encontramos con frecuencia en tapas de yogures, bandejas de alimentos, bolsas de patatas fritas…
Se trata de una lámina muy fina que puede estar compuesta de hasta siete capas de plástico diferentes. Sin lugar a duda, hablamos de obras magistrales de ingeniería cuyo resultado es el bloqueo de la humedad y el aire con el menor peso posible, lo que los convierte en candidatos ideales para el envasado de alimentos.
En la otra cara de la moneda, nos encontramos con que los plásticos multicapa son complejos de descomponer y reciclar correctamente. Pero si, además, hablamos de objetos muy pequeños -como cápsulas de café, envoltorios de caramelos, palos de piruletas- la posibilidad de que se conviertan en mermas durante el proceso industrial de separación sea alta, aunque exista la tecnología para descomponerlos y reciclarlos.
La ARPP cuenta con la participación de otras empresas que, de un modo u otro, mantienen una estrecha relación con la problemática de los pequeños plásticos: Grupo Lactalis Iberia, Lactalis Nestlé, UCC y Unilever. Además, cuenta también como miembro impulsor con Plastics Europe, y como miembros adheridos a la Asociación Española de Fabricantes de Yogur y Postres Lácteos Frescos, ANAIP-Asociación Española de Industriales de Plásticos y Picvisa. Todas estas empresas pretenden, a través de sus acciones, demostrar su compromiso con la recogida selectiva, el reciclaje y la sostenibilidad y aportar valor en la interlocución con instituciones y con otros actores de la cadena de valor del plástico de pequeño tamaño.
El objetivo de la ARPP es asegurar el reciclaje de los residuos plásticos de pequeño tamaño. Y para ello, parte de su labor será la promoción de soluciones de separación y de reciclaje concretas para estas dimensiones. En paralelo, la alianza trabajará en la implicación de los consumidores en el cuidado del medioambiente para poder avanzar hacia un modelo de economía circular.
Demostrar la viabilidad de la separación y el reciclaje de los plásticos de pequeño tamaño (cápsulas de café, tapas, tapones…) será el gran reto que afronte la ARPP. Asegurar su circularidad requerirá soluciones innovadoras y la colaboración con instituciones públicas, organizaciones y empresas, algo que no va a hacerse esperar: Nestlé ya ha alcanzado acuerdos con el Ayuntamiento de Valencia y la Generalitat Valenciana para desarrollar soluciones innovadoras que permitan incrementar la separación, clasificación y reciclaje de los pequeños residuos plásticos.
A día de hoy, ya se está desarrollando un proyecto piloto para la recuperación y reciclaje de este tipo de material en la ciudad de Valencia en el que un robot con inteligencia artificial interviene en la línea de rechazo de material fino de la planta de selección y clasificación de residuos de envases ligeros de VAERSA en Picassent (Valencia). De esta manera, se pretende capturar y extraer del flujo de residuos aquellos materiales plásticos de pequeño tamaño que se puedan aprovechar para su posterior reciclado.
Cabe confiar en que el trabajo que se está realizando en todos estos frentes nos permita de manera gradual alcanzar modelos de economía circular en los que el medioambiente, y por ende nosotros mismos, seamos los grandes beneficiados.