El gobierno de Escocia posee amplios poderes que cubren, entre muchos otros ámbitos, todo lo relacionado con el medio ambiente. Y, dentro de este campo, viene mostrando una fuerte iniciativa en el fomento de la economía circular. En 2016 presentó su estrategia para este objetivo titulada Making Things Last (Haciendo que las cosas duren).  

En este sentido, una línea de acción clara ha sido la creación de Zero Waste Scotland, una organización ambiental que recibe apoyo económico gubernamental y del Fondo Europeo de Desarrollo Regional. La finalidad de esta organización es convertirse en un referente para generar liderazgo en la sociedad escocesa y efectuar un apoyo concreto a las iniciativas que se impulsen en el ámbito de la economía circular. 

Tan concreto es el apoyo que han creado un fondo para subvencionar las pequeñas y medianas empresas de todos los sectores que opten por la circularidad, dotado inicialmente con cerca de 21 millones de euros. A las subvenciones pueden optar las empresas de menos de 250 empleados y que facturen menos de 50 millones de euros, pero también pueden hacerlo organizaciones sociales sin ánimo de lucro.  

Las prioridades

Los fondos priorizan tres cuestiones: la exploración de nuevos mercados para productos resultantes de la economía circular; el desarrollo y la adopción de modelos de negocio innovadores para productos y servicios asociados a esta economía y el desarrollo de nuevas tecnologías que contribuyan  al cambio de paradigma. Todo ello en una serie de sectores considerados clave como son la construcción, la producción y proceso de alimentos, la bioeconomía, las infraestructuras energéticas, la calefacción y los residuos.  

Las empresas que quieran optar a estos fondos tendrán que rellenar, en primer lugar, un sencillo formulario en word que la misma web proporciona, en el que deben dejar clara su propuesta en el campo de la economía circular. En 30 días hábiles Zero Waste Scotland se compromete a responder, aceptando o rechazando la propuesta. Si es aceptada se pasará a una segunda fase para completar el proceso. Los solicitantes tienen a su disposición unas directrices muy claras sobre la elegibilidad de las propuestas. 

El fondo para subvenciones es solo una de las líneas de trabajo en pro de la circularidad de Zero Waste Scotland, que también cuenta con un servicio de apoyo empresarial y de consultoría experta y personalizada para las pequeñas y medianas empresas de todos los sectores de Escocia que buscan desarrollar modelos circulares. La propia web de Zero Waste Scotland ofrece inspiración a partir de la recopilación de modelos en funcionamiento y casos de éxito.  

También recuerda que el 80% del impacto ambiental de un producto puede atribuirse a su diseño inicial, por lo que este se convierte en otro aspecto  en el que se hace hincapié.  

Zero Waste Scotland estima que una economía circular implantada de modo general podría ahorrar en conjunto a las empresas escocesas al menos  3 mil millones de libras esterlinas  al año (unos 3 mil millones y medio de euros), lo que mejoraría la competitividad comercial del país y reduciría el impacto ambiental de las empresas. Además, subraya que aportaría beneficios específicos para los negocios. 

Actualmente en Escocia, el sector de la reutilización ofrece unos 6.000 empleos; el de la remanufacturación, 17.000. Hay todavía un margen enorme para crecer en un país con más de 2,5 millones de personas empleadas. Poner el foco en las pymes es un objetivo inteligente, ya que estas suponen el 99% de las compañías privadas que operan en Escocia y dan empleo al 60% de la población activa.