Este año, entre las diversas iniciativas que ponemos en marcha desde Ecoembes para celebrar el Día Internacional de la Mujer, queremos dar a conocer la labor de mujeres que contribuyen a reducir la brecha de género. En este caso, hemos querido contar con la visión de Esther Molina, periodista de innovación y tecnología y cofundadora de WILDCom y Female Startup Leaders, que nos ha permitido conocer un poco mejor el papel de la mujer en un sector tan trascendente como el de la tecnología y el emprendimiento.
La tecnología no entiende de género
Alcanzar la igualdad requiere actuar en múltiples frentes. Uno de ellos es la limitación que, frecuentemente, han ido encontrando niñas y jóvenes para acceder a carreras y profesiones de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM). Históricamente, se ha ido dirigiendo a las mujeres de manera inconsciente hacia disciplinas relacionadas con el cuidado o las humanidades, hasta el punto de asimilarlo como una predisposición determinada por el género. Pero, tal como plantea Esther, para que las nuevas generaciones puedan elegir libremente, sin que exista un sesgo educativo o cultural que las lleve a dejar de lado las disciplinas STEM, es necesario pasar a la acción “acercando a los colegios y a edades tempranas (a partir de los 6 u 8 años) ejemplos de referentes femeninos STEM sanos, diversos y alcanzables con quienes puedan sentirse identificadas y a partir de las cuáles se puedan visualizar a futuro”.
Al analizar la brecha de género en el sector de las nuevas tecnologías y la innovación, Esther nos ofrece un enfoque interesante: “La innovación, como la tecnología, no entiende de género, ni de edad, ni de fronteras físicas… es lo que ocurre con el talento, en general”, por tanto, “romper la brecha de género es un trabajo en equipo entre hombres y mujeres, porque un entorno diverso es imparable”. Y es cierto que este es el único camino posible para que el talento y la vocación puedan emerger, y a partir de ellos florezcan la innovación y las buenas ideas, independientemente del género de la persona que las alumbra.
El reto del emprendimiento
La experiencia de Esther en Female Startup Leaders nos permite conocer de primera mano el sector del emprendimiento tecnológico, que a su modo de entender es una alternativa exigente para la que todos podemos estar capacitados, pero no todo el mundo esta (anímicamente) preparado: “cuando emprendes… lo haces porque no encuentras razones suficientes como para no hacerlo, es decir, cuando has sopesado los pros y contras de un proyecto empresarial, has testado la idea, tienes entre manos un producto mínimamente viable y decides apostar por él”. No obstante, “es peligroso el mensaje edulcorado que se ha repetido desde hace años (por parte de administración y organismos públicos) empujando a emprender a todo el mundo”.
El emprendimiento, de nuevo, no debe diferenciar géneros, pero no podemos ignorar que estamos lejos de la igualdad. Afortunadamente, el papel y la presencia la mujer en este contexto está experimentando un cambio gracias a “movimientos que han animado y animan a las mujeres a no hacerse pequeñitas cuando tengan una buena idea. (…) Las redes de apoyo en forma de comunidades de emprendimiento también están acelerando ese empoderamiento”, nos dice Esther.
En este contexto cabe destacar la labor de Female Startup Leaders, que trata de visibilizar y aumentar el número de mujeres expertas como participantes en ponencias, charlas y como figuras de referencia en los diferentes eventos, congresos, paneles o mesas redondas. “Si ponemos la tilde en ellas, todas esas chicas que ahora están decidiendo su futuro, quizá apuesten por tomar las riendas del mismo y emprendan, prácticamente (como ya sucede), desde la universidad. Porque el sistema educativo también está cambiando y se ha incorporado la enseñanza de skills, fundamentada en el emprendimiento, que incentiva mucho más el sentido crítico”.
Reconstruyendo un sector tecnológico igualitario
La lucha por la igualdad pasa por un enfoque igualitario en el que “las buenas ideas otorgan soluciones a problemas globales, con independencia de género”. Para Esther es importante “dejar de hacer tanto énfasis en el género a la hora de destacar la innovación tecnológica”.
A pesar de todo, es importante poner en valor la labor de mujeres emprendedoras tecnológicas que actualmente contribuyen a hacer un mundo mejor y que serán los grandes referentes de las nuevas generaciones: Amaia Rodríguez de The Gravity Wave, dedicada a la limpieza del mar de plásticos; Gloria Gubianas de Hemper, una marca de moda regenerativa centrada en el desarrollo de productos con fibras y tintes naturales, o Andrea Barber de Rated Power, cuya actividad se centra en la automatización del diseño de plantas solares.
Lo interesante de todo esto es que la innovación y la tecnología se encuentran en clara expansión. Multitud de sectores “se han visto obligados a innovar en sus procesos y mecánicas para ser más rápidos, más atractivos visualmente para un público cada vez más segmentado y, en general, más tech friendly porque resistirse al cambio los sacaba de la partida”.
El hecho de que el renacimiento de este sector incluya la preocupación por otorgar a científicas, investigadoras, ingenieras… el papel que les corresponde nos da un buen motivo para seguir trabajando por la igualdad y celebrar cada año este día.