La hoja de ruta para la “España circular»
02/03/2021

A día de hoy, ya casi toda la sociedad, incluidas empresas, instituciones públicas y ciudadanía, está convencida de la necesidad de un cambio de modelo, pasar de una economía lineal, en la que los recursos están restringidos a un uso muy limitado, a una circular, en la que esos mismos recursos se emplean con mayor eficiencia, aprovechando al máximo su potencial y reintroduciéndolos en el ciclo productivo una vez haya concluido su primera vida útil.

Sea por convencimiento propio o por la aspiración de cumplir las metas internacionales de protección del medio ambiente, como los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 de Naciones Unidas, cada vez más gobiernos aprueban estrategias para reverdecer su modelo económico y hacerlo circular.

España y la economía circular

Uno de estos gobiernos de la Unión Europea es España, que ahora somete a consulta pública el primer Plan de Acción de Economía Circular, una suerte de hoja de ruta para implementar la Estrategia de España Circular 2030, con la que quiere que para ese año se haya reducido al menos en un 30 % el consumo nacional de materiales en relación con el PIB, tomando como año de referencia el 2010.

El plan contiene hasta 112 medidas presentadas por distintos organismos de la Administración General del Estado. Hasta 49 de ellas las ha aportado el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITERD). Estas 112 medidas se articulan en torno a ocho ejes de actuación:

  1. Producción
  2. Consumo
  3. Gestión de residuos
  4. Materias primas secundarias
  5. Reutilización del agua
  6. Sensibilización
  7. Participación
  8. Investigación
  9. Innovación
  10. Competitividad
  11. Empleo
  12. Formación

Medidas sobre producción

Por ejemplo, en el eje de producción, el Plan contempla 16 medidas orientadas a hacer que los conceptos de la economía circular se asienten en sectores variados, incluidos el sector forestal o la industria alimentaria. El documento plantea incluir requisitos relacionados con esta visión en los pliegos y programas de ayudas públicas, además de herramientas como la iniciativa PYME Circular, que pretende apoyar a las pequeñas y medianas empresas y guiarlas para que incorporen a sus procesos productivos los criterios de la economía circular.

Medidas sobre el consumo

En el eje de consumo, el Plan prevé medidas como fomentar la Etiqueta Ecológica Europea (ecolabel) o crear una etiqueta que indique el índice de reparabilidad y otros aspectos sobre la vida útil del producto. A parte de la concesión de la etiqueta ecológica otra solución es fomentar la cesión de espacios municipales a asociaciones y entidades de la economía social, “a fin de que en ellos se organicen mercados de segunda mano en los que los propios consumidores puedan intercambiar productos que ya no desean o no necesitan”.

Gestión de residuos

En cuanto a la gestión de residuos, esta hoja de ruta propone desarrollar exigencias nuevas para los textiles y plásticos agrarios, contempla el diseño de nuevos programas de prevención y planificación de residuos, además de la adaptación de la normativa a los objetivos europeos y a la directiva de plásticos, que se está preparando con, por ejemplo, la futura Ley de Residuos y Suelos Contaminados.

También se sugieren iniciativas concretas, como una experiencia piloto con módulos fotovoltaicos retirados de instalaciones de generación y con baterías de litio desechadas de automoción para su aprovechamiento en instalaciones domésticas.

Materias primas secundarias

Respecto a las materias primas secundarias, el Plan incluye actuaciones para fomentar el uso de subproductos, así como propuestas para favorecer la autonomía de España en el uso de materias primas críticas, a través del aprovechamiento de las que ya fueron extraídas. En este sentido sugiere crear un inventario nacional de instalaciones cerradas o abandonadas de Residuos de la Industria Extractiva (RIE) que contengan materias primas críticas.

En el eje sobre reutilización y depuración del agua, el Plan contempla apoyar proyectos de regadío que empleen aguas regeneradas, así como modificar el marco normativo para promover la reutilizaron de agua en todo el estado.

En paralelo, se incluyen tres ejes transversales: el de sensibilización y participación (por ejemplo, con un seguimiento del Pacto por una economía circular en las empresas); el de investigación, innovación y competitividad, con ocho medidas para promover la I+D+i para dar con soluciones de EC para distintos problemas, como el residuo que generan las palas de los aerogeneradores eólicos; y el de empleo y formación, que contiene 11 medidas para formar en EC a diferentes colectivos y favorecer así una transición a una economía más sostenible en la que participen, por ejemplo, los Trabajadores Excedentes Mineros. Esto se hará a través de cursos liderados por el Instituto para la Transición Justa del MITERD. “Los servicios públicos de empleo colaborarán en el seguimiento de los trabajadores implicados, mientras que el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) prestará apoyo técnico al Instituto en el diseño y articulación del Programa”, precisa el documento.