El efecto rebote es ampliamente conocido e incluso podría decirse “temido” en muchos ámbitos por lo que supone de frustración. Este efecto es típico de las dietas alimentarias:
Se reeduce la cantidad de comida ingerida y, al comer menos, el metabolismo se ralentiza y al abandonar la dieta provoca una rápida recuperación del peso perdido. A veces, incluso, se acaba con un peso superior al inicial
Otro ejemplo clásico es el del incremento de la eficiencia energética que no se traduce en el ahorro energético esperado. Al abaratarse el coste de la energía se acaba incrementando la demanda de esta, lo que acaba compensando, total o parcialmente, el ahorro derivado de la eficiencia.
El libro There is no Planet B también explica este curioso efecto rebote relacionándolo con la compra de un coche “limpio” que no consume combustible y ahorra emisiones. En este caso, el rebote proviene de diversos factores y acciones. Entre ellas, cabe señalar que el comprador del vehículo dedicará probablemente los ahorros en combustible a desarrollar otras actividades que tienen una huella de carbono mayor o que los vendedores de coches reorientarán su marketing para vender los coches con más emisiones en mercados con regulaciones ambientales más laxas.
El efecto rebote en la economía circular
El equipo de consultores en economía circular de Rethink se ha planteado hasta qué punto el efecto rebote puede afectar al nuevo paradigma. En su página web citan un destacado paper sobre la materia titulado Circular Economy Rebound que fue publicado en 2017 en el Journal of Industrial Ecology.
Informe Circular Economy Rebound
El paper en cuestión sostiene que los defensores de la economía circular han tendido a considerar el mundo puramente como un sistema de ingeniería y han pasado por alto precisamente la parte económica de la economía circular.
Añade que algunas investigaciones han empezado a cuestionar el núcleo de la economía circular, es decir, si el cierre de los bucles de materiales y productos llega a reducir la necesidad de producción primaria.
El estudio tiene respuesta a esta compleja cuestión. Concretamente, argumenta que las actividades de la economía circular pueden tener como efecto el aumento de la producción global, lo que puede compensar parcial o totalmente sus beneficios. Asimismo, apunta que existe un fuerte paralelismo con el efecto rebote asociado de la eficiencia energética, que hemos citado antes, y que se puede hablar perfectamente de «rebote de la economía circular». En este trabajo se describen los mecanismos que causan el rebote de la economía circular, que incluyen la capacidad limitada de los productos secundarios para sustituir a los productos primarios, entre otros aspectos.
Circular Economy Rebound trae también una buena noticia: existen estrategias potenciales para evitar el rebote de la economía circular. Sin embargo, matiza que es poco probable que estas estrategias resulten atractivas para las empresas con ánimo de lucro.
Pero el paper anterior es solo una visión y no es la definitiva. Los investigadores John Mulrow y Victoria Santos –también citados por Rethink– aportan otra visión basada en el conocimiento de diversos autores recopilado en un número especial del Journal of Industrial Ecology dedicado a la economía circular. Mulrow y Santos recuerdan que el cierre de bucles (loops) y la desaceleración pueden mitigar el efecto rebote. La desaceleración se refiere a la retención del valor de un producto en el tiempo, a través del mantenimiento, la reparación y el reacondicionamiento, y la remanufactura.
John Mulrow, en particular, teme que algunos gobiernos utilicen la economía circular como excusa para continuar con el crecimiento business as usual. De ahí que reclame una economía circular con un volumen de producción en disminución a la vez que se perfecciona el cierre de los bucles.
Hay aún más visiones y más matices. El debate está abierto. Lo más positivo de todo ello es que la economía circular no es ninguna solución estática, sino un concepto sujeto a discusión y que tiene todavía mucho margen para perfeccionarse. Sería oportuno recordar que las soluciones perfectas y definitivas en la historia han acabado dando muy mal resultado.