Uno de los ecosistemas más amenazados del mundo son las selvas tropicales. Los impactos del cambio climático, el avance de las tierras agrícolas y la deforestación son sus principales amenazas. Aunque la explotación forestal legal de la madera tropical no está todo lo controlado que sería deseable, el gran problema es la tala y tráfico ilegal de ese tipo tan valioso de maderas.
¿Cómo es esta madera?
Gracias a sus propiedades, como tener un alto contenido de aceite, hacen que la madera procedente de las selvas tropicales tenga unas propiedades perfectas para uso en exterior. Son duras, resistentes al agua y a la abrasión, además de presentar una gran variedad de tonos y colores. Además, tiene una vida útil muy larga, no requiere tratamientos químicos y no necesita un constante mantenimiento.
Con todo ello, es un tipo de madera muy demandada para muebles, suelos, tarimas y elementos de exterior, cerramientos, celosías, etc., además de muebles de alta calidad y todo tipo de trabajos de ebanistería.
Sus troncos suelen ser largos y homogéneos, y tienen menos nudos que otros tipos de madera, lo que facilita su tratamiento y aprovechamiento. Las maderas tropicales más conocidas y demandas son iroko, ébano, caoba, teca, palisandro, jatoba, ipé, nogal, maple, etc.
¿Dónde encontramos maderas tropicales?
La madera tropical procede en su gran mayoría de países de África subsahariana, América del Sur y Asia, allí donde se encuentran las selvas tropicales. Este tipo de ecosistemas, también llamados ecuatoriales, tiene un clima con muchas precipitaciones y temperaturas elevadas. Los encontramos en una franja al norte y al sur de la línea del Ecuador, donde hay países como Brasil, Ecuador, República Democrática del Congo e Indonesia, entre otros.
Amenazas y vigilancia
Cada dos segundos se pierde una superficie de selva y tropical del tamaño de un campo de fútbol. Además de la deforestación, la minería, las prospecciones petrolíferas, los nuevos asentamientos humanos, el aumento de la agricultura (especialmente las plantaciones de aceite de palma) y la ganadería o la expansión la industria, son actividades que van mermando la extensión de las selvas tropicales. A todas ellas hay que sumar el aumento en la demanda de maderas tropicales, aunque su importación en la Unión Europea está muy controlada para evitar el tráfico ilegal.
Con esta situación tan preocupante, hay organizaciones que se dedican a proteger las selvas tropicales y controlar la explotación de sus masas forestales. Desde Rain Forst Foundation trabajan en proyectos cuya singularidad estriba en que no solo preservan las zonas forestales, sino que lo hacen acompañados de las comunidades locales defendiendo sus derechos sobre los territorios y sus riquezas naturales. De manera más focalizada, Amazon Watch es una ONG que también tiene una filosofía similar a Rain Forest Foundation en cuanto a la implicación de los pueblos indígenas en la protección de la selva Amazónica.
La Asociación Técnica Internacional de las Maderas Tropicales (ATIBT) es una organización fundada por la FAO (Naciones Unidas) y la OCDE que tiene como objetivo colaborar con la industria de las maderas tropicales en toda su cadena de valor; desde las explotaciones en las selvas tropicales hasta los consumidores finales de productos elaborados con este tipo de maderas. Es un actor de primer nivel a la hora de impulsar proyectos sostenibles en la gestión de los bosques tropicales.
Por su parte, la Organización Internacional de las Maderas Tropicales (OIMT) que trabaja por la conservación de las selvas tropicales y la explotación controlada y sostenible de sus maderas, ayudando a los países productores, controlando todo tipo de magnitudes y datos en relación con el comercio internacional, persiguiendo la tala ilegal y promoviendo una cadena de suministros para la madera sostenible. Los miembros de la OIMT son unos 80 países, de los cuales 37 son productores de madera tropical y 39 son consumidores. Representan cerca del 90% el comercio mundial de la madera tropical y poseen más del 80% de las selvas tropicales.
Para que sean sostenibles
Pero… ¿cómo saber si una madera tropical es sostenible y cumple con sus principios de protección ambiental y social?
- Control en su origen. Que provenga de bosques gestionados de forma sostenible y que cuente con certificados de madera sostenible como FSC y PEFC.
- Impacto ambiental. Reducir la emisión de carbono durante la tala, transporte y procesamiento, Promover la reforestación y la regeneración de los territorios.
- Contar con las personas. La sostenibilidad ambiental ha de ir acompañada de un compromiso social con las comunidades locales, que en muchos casos son poblaciones indígenas que ven amenazadas sus culturas y estilos de vida.
- Trabajo digno. Garantizar salarios y condiciones laborales dignas a los trabajadores de las explotaciones forestales, promoviendo el empleo local. Por desgracia, existen demasiados casos de explotación laboral en varios países tropicales.
- Innovación. Los avances tecnológicos ayudan a gestionar de manera sostenible la explotación de las selvas tropicales y la comercialización de sus maderas. Ejemplo de ello son las nuevas técnicas de cultivo, la trazabilidad de la madera con chips o el uso de drones para el control y vigilancia de las explotaciones.