En el año 2021 el número de teléfonos móviles en el mundo (sin discriminar si se trata de smartphones o de terminales más sencillos) llegó a casi 16.000 millones. Se espera que para 2022 alcance los casi 17.000 millones y para 2025 las proyecciones apuntan a más de 18.000 millones. En este artículo vamos a hablar sobre si existe la posibilidad de llegar a producir un móvil sostenible.
Estas cifras doblan la población mundial y constituyen de por sí un dato que debería esbozar una respuesta negativa a la pregunta de este titular. Pero no hay que precipitarse y quizás sería interesante ver algunos matices respecto a la sostenibilidad de la telefonía móvil.
Impacto enorme
De entrada, ahora mismo, todo el mundo es consciente de que la huella ecológica de los terminales existentes en el mercado es grande. Los móviles son poco voluminosos y ligeros, pero a pesar de estas cualidades que les confieren una presencia física discreta, cada unidad es responsable de la emisión entre 40 y 80 kilogramos de dióxido de carbono. Además, el proceso de producción de los dispositivos móviles, requiere la extracción de metales pesados, como el oro y el cobalto, que a menudo provocan fugas de contaminación del aire, según informaciones plasmadas en un reportaje de la cadena alemana Deutsche Welle.
Móvil sostenible: otro futuro electrónico es posible
La cuestión es si esta modularidad sería escalable y hasta qué punto, si se llegara a una adopción masiva de esta forma de fabricación por parte de los grandes, esto resultaría en una reducción radical del impacto en el medio ambiente de los teléfonos móviles.
Algunos estudiosos del impacto de las TIC en las emisiones globales han dado su opinión al respecto. Este es el caso de Lofti Belkhir, un científico canadiense que en 2017 participó en el relevante estudio Assessing ICT global emissions footprint: Trends to 2040 & recommendations del cual, entre otras cosas, se deducía, tal como indicaba este artículo que el móvil es mucho más dañino para el medio ambiente de lo que se piensa.
Pues bien, Lofti Belkhir, con todo su conocimiento en esta materia, ha llegado a afirmar que un móvil sin impacto ambiental sería posible, un móvil ético, pero solo con una condición: que todas las partes de la cadena de suministro y ciclo de vida también lo fueran.
Respecto a las iniciativas empresariales de móviles “limpios· Lofti Belkhir ha opinado que responden a una actitud encomiable y noble pero “no pueden triunfar en un sistema como el que tenemos ahora”. Aquí surge una nueva pregunta: ¿y quién da los pasos para iniciar la transformación del sistema”. Sin duda merecerá otra reflexión con su correspondiente entrada en este blog.