La contaminación de los océanos es uno de los principales problemas ambientales a nivel global. En sus aguas podemos encontrar todo tipo de residuos y productos químicos, pero el plástico es el más visible y “mediático”, especialmente en los países en vías de desarrollo.
Otro de los problemas de los plásticos abandonados que acaban en los océanos es la degradación que los transforma en microplásticos, que acaban por entrar en la cadena trófica de las especies marinas y, posteriormente, terminan presentes en la alimentación de los seres humanos.
El problema es de tal magnitud que hace ya tiempo que se crearon las llamadas islas de plásticos, gigantes concentraciones de plásticos y otros residuos que se aglomeran y flotan a la deriva en el Atlántico y el Pacífico, a la que WWF afirma que en 2050 habrá más plásticos que peces en las aguas de nuestro mares y océanos.
Trabajo circular
La Fundación The Ocean Cleanup tiene un objetivo claro: encontrar y aplicar soluciones para recoger y reciclar para 2040 hasta el 90% de los plásticos que contaminan los océanos, a la vez que se protegen y restauran los ecosistemas marinos y fluviales, pensando en la fauna que habitan en estos espacios naturales y en las comunidades locales que viven de los recursos como la pesca o el turismo.
Esta organización saltó a la fama cuando comenzó a funcionar hace 10 años debido al perfil de su fundador y su peculiar invento. Un joven holandés llamado Boyan Slat con tan solo 18 años fundó la The Ocean Cleanup en su ciudad natal de Delft, en Países Bajos. Es una entidad que depende exclusivamente de donaciones y, aunque tiene trabajadores, acepta voluntarios para participar en sus campañas de limpieza.
Su sistema es “sencillo”, al menos visto desde fuera. Consiste en realizar una captura del plástico imitando el sistema pesquero tradicional de arrastre. Aprovechando las corrientes marinas, una gran barrera flotante va atrapando los plásticos que acaban en el interior de unos peculiares barcos con una rampa de entrada y una cinta transportadora que traslada los residuos a las bodegas.
Boyan Slat, fundador y CEO de «The Ocean Cleanup».
Fuente: theoceancleanup.com
Dónde recogen
En la actualidad, la Fundación está trabajando en diferentes puntos, como la Gran Isla de Plástico del océano Pacífico. Tanto los residuos que extraen de esta isla como el de otras extracciones en océanos y ríos se destina al reciclaje, con la particularidad de que el plástico recogido en aguas internacionales “no tiene dueño”.
En las capturas oceánicas, el 99% de lo recogido es plástico, mayoritariamente polietileno duro o polipropileno y aparejos de pesca abandonados. Además de la recogida, los barcos de la Fundación desarrollan trabajos de investigación y caracterización de los residuos para tener más información y mejorar las tecnologías de limpieza.
A diferencia de las aguas internacionales, la problemática en los ríos es bien diferente. La gran mayoría de los plásticos que se recogen en el océano provienen de tierra firme arrastrados por los cauces fluviales. De ahí la importancia de combinar el trabajo de recogida tanto en alta mar como en los ríos. En concreto, hay 1.000 ríos en el mundo que concentran el 80% de todo el plástico que se arrastra hacia el mar.
Cada río es diferente a los demás. Es necesario adaptar el trabajo de los barcos a cada tipo de cauce fluvial. Además, los barcos no solo recogen mayoritariamente plásticos, sino que es una especie de mezcla de plásticos con elementos orgánicos y todo tipo de residuos está más cerca de la tipología de los residuos urbanos por su variedad, con muebles, neumáticos, pañales, electrodomésticos o botellas de vidrio, además de plantas acuáticas invasoras como el jacinto de agua que dificulta mucho la recogida.
Reciclar el plástico
El reciclaje forma parte de la filosofía que mueve a The Ocean Cleanup, dando una nueva vida al plástico recuperado en forma de nuevos productos. En 2022, la Fundación lanzó su primer producto propio: unas gafas de sol fabricadas 100% con plástico reciclado. El pasado mes de junio también anunció que una edición especial y limitada del próximo LP del grupo Coldplay estará fabricado con plástico reciclado recogido en el río Las Vacas, Guatemala.
Además, proveen de materia prima secundaria procedente del reciclaje a diferentes empresas que lo usan en sus productos. Para garantizar la trazabilidad de este plástico recuperado, la Fundación y DNV han creado una especie de certificación que garantiza que el plástico reutilizado procede concretamente de la Gran Isla de Plástico del Pacífico.