Los tipos de tratamientos o pinturas son innumerables, dependiendo del uso que le vayamos a dar y las funciones que debe cumplir. Pero existe un tratamiento (para bañar superficies o incluir en la pintura) que posee unas propiedades muy especiales, porque mejora la calidad del aire que respiramos. Es el tratamiento llamado fotocatálisis.
¿Qué es la fotocatálisis?
Para comprender lo que hace este tratamiento, que se puede incorporar en cualquier tipo de material con el que se construya o trate una superficie, tenemos que entender primero qué es la fotocatálisis. Es un proceso descubierto en Japón y desarrollado desde los años 50 del pasado siglo. En España la primera prueba a gran escala en una ciudad se realizó en el año 2008. Se trata de un proceso que combina la fotoquímica con la catálisis, o en otras palabras es la aceleración de una fotorreacción mediante un catalizador. En el caso de las superficies foto catalíticas, los elementos que entran en juego son la luz, el calor y el dióxido de titanio.
Si la cubierta vegetal existente es capaz de transformar el dióxido de carbono emitido por los vehículos en oxigeno mediante la fotosíntesis (la radiación solar ultravioleta activa la clorofila vegetal para que ocurra esta transformación), la fotocatálisis produce un efecto similar eliminando los óxidos de nitrógeno.
Por eso a la fotocatálisis se le llama también “la fotosíntesis de las superficies urbanas”, porque cualquier material tratado con dióxido de titanio y expuesto a la radiación solar transforma los óxidos de nitrógeno (NOX) en nitritos y nitratos sólidos que desaparecen de manera natural en contacto con el agua, reduciendo los índices de contaminación del aire. Cemento, hormigón, adoquines asfalto… Cualquier superficie puede ser tratada con dióxido de titanio.
Es importante señalar que la radiación solar ultravioleta es clave para el proceso, y cuanta más tengamos mejor. Por sus condiciones geográficas, España en uno de los países de Europa con el mayor índice de este tipo de radiación y, por tanto, un territorio excelente para poner em práctica la fotocatálisis. Hay que recordar que en la UE se producen anualmente unas 400.000 muertes prematuras relacionadas con la mala calidad de aire, especialmente en las ciudades.
¿Dónde nos “comemos” la contaminación?
La fotocatálisis puede convertir nuestras ciudades en grandes “devoradores” de contaminación. Lo podemos hacer en cualquier tipo de superficie siempre que reúna las condiciones necesarias (radiación solar y dióxido de titanio). Fachadas, cubiertas, aceras, arcenes, muros, parkings, puentes… En cualquier lugar, podemos hacer que se produzca el proceso y la ciudad “chupe” los óxidos de nitrógeno tan nocivos para nuestra salud.
De hecho, uno de los diseños más interesantes el de las llamadas “islas foto catalíticas”, espacios urbanos donde todas sus superficies son foto catalíticas (sus calles y edificios con fachadas y cubiertas). A modo de banco de pruebas, este modelo permite medir con gran precisión su efecto sobre la contaminación. Ya se ha medido y comprobado que en una “isla foto catalítica” la presencia de óxidos nitrosos es muy inferior a la encontrada en espacios similares sin esta propiedad.
También es interesante recalcar que cuando se utilizan pinturas foto catalíticas para espacios de interior (viviendas, oficinas, etc.) se producen otros efectos positivos como la reducción de humedades, hongos, bacterias y malos olores.