Diseño de productos sostenibles para alcanzar cero emisiones 
22/11/2022

Una de las tendencias empresariales más interesantes desde el punto de vista medioambiental es la que siguen las empresas denominadas Cero Emisiones, hablamos de organizaciones que alcanzan un equilibrio entre las emisiones producidas por sus actividades y las emisiones que eliminan de la atmósfera mediante diferentes acciones.  

Esta estrategia empresarial supone un gran avance para frenar el calentamiento global y encuentra en el diseño sostenible de sus productos su mejor aliado, ya que además de contribuir al objetivo Cero Emisiones mejora su rentabilidad.  

Objetivo: acabar con las emisiones 

Cuando analizamos el impacto medioambiental de una empresa descubrimos que el diseño de sus productos ocupa un papel fundamental, ya que en torno al 80% de las decisiones de diseño tienen una gran influencia en el impacto social y medioambiental de la empresa.  

Beneficios a largo plazo del diseño sostenible 

La principal barrera a la hora de adoptar estrategias de diseño sostenible es la percepción de que es demasiado costoso, pero según el estudio sobre diseño sostenible ralizado por Capgemini, el 23% de las empresas que ha aplicado al menos una estrategia de diseño sostenible ha experimentado una disminución de los costes, mientras que el 37% de las organizaciones afirma que los costes se han mantenido igual y, de las organizaciones que detectaron un aumento de los costes, el 51% afirma que ha sido superado con un incremento de los beneficios. 

Según el informe, las empresas deben valorar las inversiones en el diseño de productos sostenibles con una perspectiva a largo plazo: 7 de cada 10 empresas que lo han implementado han experimentado un aumento de sus ingresos, pero además se han encontrado con otros beneficios que van más allá de lo puramente económico, como una mayor satisfacción de los clientes (70%), un mayor compromiso de los empleados (79%) y la reducción de las emisiones de carbono (67%). 

Esta capacidad del diseño sostenible de reducir costes se extiende a toda la cadena de valor mediante estrategias como la desmaterialización y el aligeramiento, cuyo objetivo es reducir la cantidad de materiales utilizados en un producto; la eficiencia en la fabricación, reduciendo por ejemplo el consumo de energía y agua o el tiempo de montaje; y costes de transporte más bajos, al contar con productos optimizados y diseño del embalaje. 

En definitiva, podemos afirmar que el diseño sostenible se convierte en un elemento estratégico que afectará no sólo a la rentabilidad de la empresa, sino a su impacto medioambiental.