Un corredor verde urbano es una franja con una importante presencia de vegetación que une dos zonas naturales destacadas de la ciudad. Es muy importante porque da continuidad a los espacios verdes que ofrece al ciudadano pero tiene muchas más ventajas. Te las contamos.
Por un lado, permite aumentar la biodiversidad de la localidad ya que supone plantar más vegetación que, a su vez, atrae más especies animales. Por otro lado, si está bien diseñada, puede ayudar a mitigar el efecto de isla de calor urbano rebajando en unos grados la temperatura.
Ecourbano, un portal fruto de la colaboración entre el Ministerio de Medio Ambiente y la Red de Redes explica que “la sombra proyectada por los árboles sumado al efecto de sumidero de calor, hacen de un corredor un instrumento de control y mejora del microclima urbano”. De esta manera, puede mejorar las condiciones de entorno de los edificios e incluso, lograr un menor consumo energético por climatización.
Como no puede ser de otra manera, un corredor verde debe dar prioridad espacial tanto al peatón como a la vegetación, por eso también reduce el ruido y la contaminación.
A la hora de diseñarlos es muy importante la elección de las especies vegetales, para que den sombra, por ejemplo, como hemos señalado antes. Si te fijas en algún corredor verde que conozcas suelen tener también fuentes o pequeños estanques. Si aún no has visto los comederos, fíjate la próxima vez que vayas, suelen colocarse para facilitar la nidificación de aves en la zona.
Todo vale para sumar más vegetación al recorrido, así que los expertos recurren a balcones, ventanas, azoteas, patios o medianeras para hacer más verdes las fachadas, recuerda Ecourbano.
Un gran ejemplo de corredor verde urbano es “Madrid Río”, un espléndido paseo que ha resultado del soterramiento en Madrid de la autovía M-30 a su paso por la zona del río Manzanares. Se trata de un gran parque lineal que une El Pardo con Getafe y que incorpora la Casa de Campo al centro de la ciudad. Se extiende a lo largo de 1.210.881 metros cuadrados en los se han plantado 33.623 nuevos árboles de 47 especies, 470.844 arbustos de 38 especies y 210.898 metros cuadrados de pradera, informa el Ayuntamiento.
Otro ejemplo, en este caso diseñado para un tipo de ciudad muy diferente de la capital, es el del Corredor Verde de Tamaraceite o de Luis García Correa, en Las Palmas de Gran Canaria. Incrementará los espacios verdes de la zona e incoporará el Parque de La Mayordomía. Contará con una superficie de 1.450 metros de longitud, y con un ancho de 4 metros, destinado a peatones y ciclistas y 1.040 metros de senderos peatonales secundarios que permitirán a los ciudadanos y vecinos de la zona contar con un nueva área de ocio, esparcimiento y deporte, informa el Ayuntamiento de Las Palmas.
Un ambicioso proyecto de corredor verde es el GreenWay de Nueva York alrededor de Manhattan, que empezó a diseñarse en 1992. Ya existe una gran parte, el “Greenway del Río Hudson”, y ahora el alcalde de la ciudad, Bill de Blasio, ha dicho que dedicará 100 millones de dólares para el anillo verde que rodea a la isla, según ha informado el New York Times.