En nuestros paisajes urbanos los contenedores amarillos y azules de reciclaje son ya elementos imprescindibles. Sabemos que reciclamos, pero ¿cómo reciclamos? ¿Podemos mejorar nuestros hábitos? ¿Podemos mejorar el reciclaje de nuestros residuos? El estudio sobre Hábitos de la población española ante el reciclaje realizado por el Instituto Catchment para Ecoembes nos permite descubrir en qué punto estamos y cuánto nos queda por hacer. En este artículo, a continuación, te contamos cómo es el reciclaje de nuestros residuos.
El reciclaje se ha integrado en nuestras vidas
Si hay algo sobre lo que no cabe duda, es que el reciclaje forma ya parte de nuestras vidas, y de nuestros hogares. El estudio desvela que el 82,9% de los encuestados cuenta con una media de tres espacios de reciclaje en casa. Además, desde el año 2015 el reciclaje ha aumentado un 10%, lo cual nos da una perspectiva muy halagüeña acerca de cómo este hábito se afianza gradualmente.
Atendiendo a características sociológicas es interesante descubrir que todos reciclamos y, aunque las cifras son mejorables, lo cierto es que son buenas. Los mayores de 55 años son el grupo más comprometido con los materiales reciclados (es una responsabilidad con la que cumplen un 84,9% de las personas de esta franja de edad). A ellos les siguen los adultos de entre 35 y 54 años (con un 82,5%). A continuación encontramos a los más jóvenes entre 16 y 24 años (81,9%) y por último la cifra más baja, representada por la franja de edad comprendida entre 26 y 34 años (con un 78,1%).
Curiosamente, también encontramos algunas diferencias atendiendo al género. Existen dos puntos de diferencia entre mujeres (reciclan un 84%) y hombres (81%).
El reciclaje de nuestros residuos y las áreas de mejora
Lo interesante de un estudio como este es que nos ayuda a hacer un balance de posición y a tomar el pulso a nuestra sociedad en materia de reciclaje, pero al mismo tiempo nos ayuda a localizar las áreas de mejora, y esto a la hora de definir objetivos en materia de sostenibilidad es esencial.
El envase azul genera pocas dudas: un 90% de los encuestados tiene claro que debe depositar papel y cartón en ese contenedor, pero en lo que al amarillo se refiere, el examen que hacemos los españoles no recibe tan buena nota. Conocemos perfectamente la generalidad, y de hecho la practicamos, porque en los últimos 7 años el reciclaje de envases ha crecido un 10%. Los ciudadanos saben que el contenedor amarillo sirve para reciclar botellas de plástico, tarrinas, latas… Pero cuando se trata de reciclar aerosoles o poliestireno (el corcho blanco tan habitual en bandejas para alimentos envasados en supermercados), muchos desconocen que estos deben ir al mismo lugar. Otra idea equivocada que se ha afianzado es la que lleva a muchos usuarios a limpiar los envases antes de depositarlos en el cubo amarillo, cosa que no es en absoluto necesaria.
Frente a ese exceso de celo encontramos que dentro de los contenedores amarillos un 29,8% de los residuos no deberían estar ahí: se han depositado erróneamente o por desconocimiento pero hablamos de toneladas de equivocaciones que nos demuestran que aún es necesario seguir formando a la sociedad.
Sin lugar a dudas desde que se implantó el reciclaje en España hemos aumentado exponencialmente el nivel de concienciación; reciclamos mucho, y en general reciclamos bien: en 2021 se reciclaron 1.570.513 toneladas de envases de plástico, metal, brik, papel y cartón (equivaldrían aproximadamente a más de 16.800 millones de envases), un 5,3% más que en 2020, pero aún hay margen de mejora y educar para la sostenibilidad debe ser una constante.
No podemos perder de vista lo más importante, y es lo que el reciclaje de todo un año significa en lo referente a medioambiente y sostenibilidad: en 2021 se evitó la emisión de 2,05 millones de toneladas de CO2 a la atmósfera, se ahorraron 20,50 millones de m3 de agua y 5,27 millones de MWH de energía. No cabe duda de que el gesto individual de cada ciudadano a la hora de gestionar los residuos tiene un efecto definitivo en el medioambiente. Solo sumando esfuerzos podremos reducir nuestra huella sobre el medioambiente.