Hay muchas formas de obtener energía limpia y renovable aprovechando los recursos que nos ofrece la naturaleza. Una de ellas es aprovechar las olas o lo que técnicamente se llama energía undimotriz.
No sólo las olas, también las mareas (energía maremotriz), las corrientes y la diferencia de temperatura entre la superficie y el fondo marino (energía maremotérmica) sirven para producir energía. Y es que el mar tiene un gran potencial energético, estimado en más de 20.000 MW, según APPA Marina.
Sin embargo, estas tecnologías están en fase precomercial ya que “las condiciones hostiles del mar, la fuerza del oleaje y de la corrosión marina, así como la necesidad de contar con mecanismos para trasladar la energía a tierra, hacen que esta tecnología requiera de grandes inversiones”, explican desde APPA Marina.
En España existe un alto potencial para el desarrollo de este tipo de energías en la costa cantábrica, la costa atlántica y las Islas Canarias. Y, de hecho, contamos con instalaciones experimentales de relevancia internacional como es el caso de Biscay Marine Energy Platform o Bimep, una infraestructura de ensayos y demostración para convertidores de energía marina, situada frente a las costas de Armintza, en el País Vasco.
También en esta Comunidad está Mutriku, la primera planta comercial en toda Europa que aprovecha la energía de las olas para generar energía eléctrica. Se calcula que puede abastecer a aproximadamente 100 viviendas. Hay visitas guiadas que se pueden concertar directamente en la oficina de turismo de Mutriku. Funciona de la siguiente manera: cuando la ola llega, el agua entra en la cámara y comprime el aire del interior, que sale a presión por el orificio superior. A su paso impulsa la turbina que, a su vez, hace girar el alternador que produce la energía eléctrica. Cuando la ola se retira succiona aire a través del mismo orificio y vuelve a impulsar la turbina generando nuevamente energía eléctrica, explica el Ente Vasco de la Energía.
Junto al País Vasco, Cantabria, Galicia o Asturias lideran la investigación en el sector. El IH de Cantabria, por ejemplo, es una infraestructura de investigación con una anchura de 44 m, 30 m de longitud con capacidad de generar olas de hasta un metro. Otro caso es el banco de ensayos de la Plataforma Oceánica de Canarias (PLOCAN) donde se ha instalado un “generador eléctrico marino”.
En lo que se refiere a la energía undimotriz se han desarrollado tanto infraestructuras flotantes, similares a boyas, como anclados a la costa, a modo de columnas de agua oscilante, o anclados al fondo marino.
Seguro que ahora ves el mar con otros ojos. Además de admirar su espectacular belleza desde un acantilado en el norte atlántico o desde una playa en el Mediterráneo, también verás en él una fuerza de la naturaleza capaz de proveer de energía limpia para combatir el cambio climático.
