Cuando tecnología y medioambiente forman la pareja perfecta
02/06/2023

El desarrollo de nuestras sociedades debería cumplir con una premisa indispensable: evolucionar de manera sostenible. Esto implica la búsqueda de soluciones que contribuyan a frenar o reducir daños y amenazas para el medioambiente, y que al mismo tiempo beneficien a la sociedad sin dejar a nadie fuera. Las tecnologías medioambientales son aquellas que nos ayudan en este reto, en el que evolucionaremos como especie sin comprometer los recursos naturales ni el bienestar del resto de seres vivos. 

Qué son las tecnologías medioambientales 

Las tecnologías medioambientales son aquellas que contribuyen a reducir la contaminación, a crear productos menos contaminantes y/o a hacer un uso sostenible de los recursos. Más allá de la función específica de cada una de estas tecnologías su objetivo común es contribuir a conservar el medioambiente y los recursos, pero también frenar y paliar los efectos negativos de la actividad de nuestra especie sobre el planeta. 

En función de cómo impactan en el entorno, estas tecnologías pueden dividirse en dos categorías:  

Principales tecnologías medioambientales 

Las tecnologías ambientales se contemplan como una herramienta fundamental de cara la lucha contra la crisis climática, ya que nos permitirán frenar multitud de daños, e incluso paliarlos, manteniendo nuestro nivel de bienestar. A continuación, recogemos algunas de las tecnologías medioambientales con mayor proyección:  

Retos de futuro 

Para lograr que las tecnologías medioambientales nos ayuden a salir airosos de esta crisis climática es necesario priorizar el medio ambiente y la sostenibilidad por encima de criterios productivos o económicos cortoplacistas.  

Por otro lado, es importante valorar el impacto real de cada avance. Por ejemplo, tomando el caso de los vehículos eléctricos: es cierto que suponen una alternativa muy valiosa a los alimentados con derivados del petróleo, pero, al mismo tiempo, nos encontramos con que su fabricación es muy contaminante y su uso no sería escalable al mismo nivel (no sería posible ni sostenible alimentar con electricidad todo el parque móvil de una ciudad, menos aún de un país o de todo el planeta).  

Es importante entender que estos avances deben ir ligados a un cambio de mentalidad que implique modelos de producción y consumo más sostenibles. Sin lugar a dudas, la tecnología va a jugar un papel protagonista en nuestro futuro, pero es cierto que por si sola es insuficiente: la ciencia nos proporcionará las herramientas pero son las sociedades las que deben encontrar la manera de que se conviertan en el mejor aliado para que a través de ellas podamos alcanzar una mejora real.