El bienestar del que disfruta parte del planeta hace que más de 1/3 de toda la comida en el mundo acaba desperdiciada. Esto representa una grave amenaza para el planeta que requiere soluciones urgentes, afortunadamente, la innovación y la creatividad nos ofrecen soluciones como la app Too Good To Go, que pone en contacto a negocios con consumidores para dar salida a los productos que no se vendieron a lo largo del día, a un precio reducido.
El desperdicio alimentario no es un problema individual
Lo que cada persona arroja en su cubo de basura no es un asunto particular, sino global. El desperdicio alimentario es un problema con muchas vertientes, el que ocurre en los hogares es una de ellas, pero a lo largo de toda la cadena alimentaria: productores, distribuidores… se va produciendo un despilfarro que tiene graves consecuencias económicas e incluso éticas, en cualquier caso, el motivo por el que la ONU plantea en sus Objetivos de Desarrollo Sostenible la necesidad de reducir a la mitad el desperdicio de alimentos per cápita mundial, es porque se trata de una cuestión de sostenibilidad y medioambiente.
El desperdicio de alimentos somete al planeta a una presión inasumible: se talan bosques enteros para producir alimentos que nunca serán consumidos, el consumo de carne fuerza las necesidades de cultivo, contamina aguas y aumenta los gases de efecto invernadero (GEI), derivados de la actividad ganadera. Pero después, más de 1/3 de la comida que se produce alrededor del mundo acaba en vertederos y del proceso de descomposición surge gas metano, que es aproximadamente 28 veces más nocivo que el CO2, ya que atrapa más calor en la atmósfera. Entre el 25 y el 30% de los GEI son derivados de la industria alimentaria según datos del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), y de estos el 10% son consecuencia del desperdicio de alimentos.
El despilfarro de alimentos (que se da en los países desarrollados), genera un círculo vicioso en el que las consecuencias que este tiene sobre el clima perjudican a nuestra capacidad de alimentarnos, ya que se alteran los principios de seguridad alimentaria (y esto sí afecta a todas las regiones del mundo): se trastoca el suministro de alimentos a nivel nacional, regional o local; el acceso (ya sea por cuestiones económicas, físicas o culturales); la calidad de los alimentos (ya sea por su capacidad nutricional o su estado); y la capacidad para enfrentar situaciones de escasez alimentaria de carácter cíclico o estacional.
En nuestro país, se aprobó este verano la Ley de Prevención de las Pérdidas y el Desperdicio Alimentario, que entrará en vigor en enero de 2023 y tiene como objetivo reducir el desperdicio en diferentes fases de la cadena alimentaria para evitar el malgasto del trabajo realizado por agricultores y ganaderos en la producción de alimentos, y de los recursos naturales que se consumen en este proceso.
La tecnología ofrece soluciones al despilfarro alimenticio
Más allá de las soluciones que puedan llegar por parte de gobiernos e instituciones, la concienciación de buena parte de la sociedad hace posible la aparición de fórmulas que se suman a la lucha contra el despilfarro de alimentos, Too Good To Go es una de ellas: se trata de una app que evita el desperdicio de alimentos en los últimos eslabones de la cadena alimentaria poniendo en contacto a restaurantes y tiendas con consumidores, para vender a un precio reducido productos o alimentos a los que no han podido dar salida.
Fundada en Dinamarca en 2015, en septiembre de 2018 Too Good To Go llegó a nuestro país, donde a día de hoy más de 15.000 establecimientos se han unido a esta plataforma. Con presencia en 14 países de Europa y en Estados Unidos, la app cuenta con más de 40 millones de usuarios y más de 100.000 establecimientos asociados. Se trata de la mayor plataforma B2C del mundo para vender el excedente diario de comida evitando que alimentos de calidad se conviertan en basura.
Restaurantes, hoteles, supermercados, fruterías, panaderías… preparan packs sorpresa con su excedente de comida al final del día. Aunque el consumidor desconoce el contenido del pack (de hecho, cambian cada día), tiene la garantía de encontrar siempre productos frescos y de calidad que simplemente no se vendieron a lo largo de la jornada. Los usuarios pueden salvar esos alimentos a un precio reducido que oscila entre los 2 y 5 euros. El pago se realiza a través de la aplicación y el pack se recoge en el establecimiento en la franja horaria establecida.
La app es gratuita, está disponible en iOS y Android y tiene un funcionamiento sencillo, en el que a través de geolocalización, el consumidor puede localizar los establecimientos adscritos a Too Good To Go que tiene a su alrededor.
Cambiar la manera de hacer las cosas y contribuir a reducir el impacto medioambiental requiere gestos muy sencillos, en este caso, tan sencillos como descargar una app y dejarnos sorprender por los packs de productos de nuestros negocios de alimentación preferidos.