Imaginamos la ciudad del futuro y enseguida pensamos en Nueva York, en Amsterdam o en Copenhague. En todo caso, probablemente se trate de una ciudad occidental o, si no, de una megaurbe asiática o de Oriente Medio.
Sin embargo, el África subsahariana puede protagonizar en los próximos años una pequeña revolución a la hora de construir viviendas con visión ecológica. Proyectos innovadores que encajan en esa nueva idea de ciudad — construir una casa más verde, saludable, resiliente y, sobre todo, centrada en las personas— se planean ensayar en lugares como Kenia, Camerún o Senegal. Y que también suponen una reducción en el consumo de agua y energía para su fabricación.
En Nairobi, Yaundé y Dakar (capitales de estos tres países, respectivamente) se construirá con un material que ha dado y dará mucho de que hablar: el plástico. Y no sólo el plástico, sino el 100% reciclado.
Millones de toneladas de plástico en el mundo servirán para fabricar viviendas
Pero ¿por qué construir con plástico? Bien, ya es conocido que este material, derivado del petróleo, está de sobra distribuido por el planeta. Se calcula que hasta 9 mil toneladas de productos de plástico circulan actualmente por el mundo. De estos millones de toneladas de plástico, ni siquiera una décima parte logra reciclarse, pese a los intentos y mejores hábitos de los ciudadanos en países como, por ejemplo, España, donde cada vez se separan mejor los residuos de envases para facilitar su reciclaje, según nuestros últimos datos en Ecoembes.
Una de las maneras de fomentar la economía circular es favorecer una salida interesante para el material reciclado. Una de mayor escala como puede ser, por ejemplo, la arquitectura. El programa de Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos, ONU Hábitat, acaba de hacer pública su intención de construir cientos de casas con plástico reciclado y con una visión industrial, empresas que llevará a cabo junto con la start-up noruega Onthalo.
Empezando por África, donde la rápida expansión urbana agudiza la falta de vivienda y donde la economía circular necesita todavía un fuerte impulso. Cerca del 60% de los habitantes de las urbes de África viven en hogares informales. Paralelamente a este déficit de vivienda, la importación y presencia del plástico en el continente crece día a día. “Entre 1990 y 2017 los países africanos importaron alrededor de 230 toneladas métricas de plástico que, en su mayoría, terminaron en vertederos, creando un enorme desafío ambiental”, advierte la ONU.
Vivienda para todos, un futuro mejor
El anuncio de llevar a cabo esta iniciativa se ha hecho en pleno octubre urbano, justo cuando se celebró el Día Mundial del Hábitat el pasado día 5 de octubre bajo el lema “Vivienda para todos: un futuro urbano mejor”. Un reto que queda todavía lejos: en el África subsahariana se calcula que la necesidad de casas asequibles está por encima de los 160 millones de unidades y ascenderá hasta 360 millones hasta 2050.
El proyecto de Julien De Smedt
Las viviendas, diseñadas por el arquitecto Julien De Smedt no son casas prefabricadas. Su sistema de construcción es sencillo. Tendrán hasta cuatro plantas y 60 metros cuadrados de superficie. También se ha proyectado una fábrica en la que se producirán los materiales de construcción: los tabiques para las paredes, el techo, los tejados, los suelos, etc. Para todo ello se empleará plástico reciclado.
Este sistema constructivo, especifica la ONU en su web, requerirá un total de 9 toneladas de este material, mientras que una fábrica con una sola línea de producción puede crear anualmente 2.800 unidades de vivienda.
“Sólo hay una tecnología en el mundo de hoy que puede hacer algo real sobre la deficiencia de la vivienda en África y el problema de los residuos plásticos, y es la que sustenta la empresa tecnológica Othalo”, señaló Vincent Kitio, responsable de varios proyectos en el continente por parte de ONU Hábitat.
Othalo construirá viviendas sostenibles de temperatura controlada
La start-up noruega patentó la tecnología que permite producir elementos constructivos a partir de plástico 100% reciclado. Gracias a ella, Othalo planea construir “módulos de temperatura controlada” para almacenar alimentos y medicamentos, así como hogares para personas refugiadas y, a mayor escala, edificios modulares que podrán servir de escuelas o de hospitales, entre otros usos. Todas ellas con una mano de obra accesioble y serán duraderas y resistentes al fuego.