El pasado mes de mayo, el prestigioso diario británico The Guardian publicó un artículo en el que cita un interesante documento resultado del proyecto europeo CEWASTE. El documento en cuestión se titula A contribution to future Critical Raw Materials Recycling y sus autores señalan que el acceso seguro a las materias primas críticas (MRC) es crucial para mantener nuestro estilo de vida de alta tecnología y asegurar la competitividad de las empresas europeas. Las MRC también desempeñan un papel importante en la industria de la defensa y en las energías renovables.
También indican que el reciclaje es uno de los medios importantes para aumentar la disponibilidad de las MRC. A pesar de ello, el reciclaje de la mayoría de estas materias es prácticamente nulo. La razón es que no es económicamente atractivo para la mayoría debido, por un lado, a que su uso en distintos productos se da en pequeñas cantidades y, por otro, a los bajos y volátiles precios de las MRC.
Asimismo, el documento subraya que para algunas MRC existen tecnologías y procesos de recuperación bien establecidos, por ejemplo la recuperación del paladio de los circuitos impresos y del cobalto de las baterías de iones de litio. Pero para otros no es así. En algunos casos el desarrollo de tecnologías de reciclaje está en curso pero, de nuevo, su viabilidad económica dependerá de que se disponga de la financiación necesaria y de un volumen suficiente de materias primas.
Como se decía al inicio, el informe ha visto la luz en el marco de CEWASTE. Este proyecto europeo ha terminado en abril de 2021. Ha durado en total dos años y medio y ha sido financiado por el programa de investigación e innovación Horizonte 2020 de la Unión Europea.
Su objetivo ha sido desarrollar un esquema de certificación voluntaria para el tratamiento de residuos. En concreto, el proyecto ha creado, validado y puesto en marcha el esquema para las instalaciones de recogida, transporte y tratamiento de tipos clave de residuos que contienen cantidades significativas de materias primas valiosas y críticas, como los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE) y las baterías.
Reciclaje obligatorio
Los autores del documento -tal como destaca el artículo de The Guardian- piden que el reciclaje de materias primas críticas presentes en productos como placas de circuitos impresos; imanes utilizados en unidades de disco y vehículos eléctricos; baterías para vehículos eléctricos, y lámparas fluorescentes se haga obligatorio.
Los consejos de estos expertos revelan un pensamiento estratégico. La necesidad de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero incrementarán la demanda de productos y tecnología para esta finalidad durante las próximas décadas y con ello la demanda de materias primas críticas. En este sentido, se cierne una considerable incertidumbre sobre el suministro futuro de estos materiales. Ante una crisis de suministro, el reciclaje se convertiría en un aspecto clave.
La propia Agencia Internacional de la Energía ha realizado un informe que confirma el papel determinante de las materias primas críticas en asegurar la transición energética.
Indica al respecto que un esfuerzo concertado para alcanzar los objetivos del Acuerdo de París (estabilización del clima muy por debajo de 2 °C de aumento de la temperatura global) supondría cuadruplicar las necesidades de esas materias para las tecnologías de energía limpia en 2040.
Muchos de estos materiales como el litio, el cobalto y las tierras raras se concentran en muy pocos países. Un ejemplo paradigmático es el de la República Democrática del Congo que en 2019 produjo el 70% del cobalto y de las tierras raras del mundo. La crisis de suministro es una hipótesis plausible debido a los vaivenes de la geopolítica.